"Mi juego estaba al nivel de los mejores, creía, pero he sido muy irregular. Me di cabezazos contra la pared, nunca sabes por qué ni cuando va o viene el juego, es un deporte puñetero", decía el malagueño en una entrevista en el portal tengolf.es: "Esto tiene que servirme para motivarme más y seguir luchando por esos sueños de jugar la Ryder Cup o los grandes con los mejores. Soy perfeccionista y duro conmigo mismo".