El Kombank Arena de Belgrado registró una asistencia de 24.232 espectadores, rompiendo el récord de asistencia histórico en un recinto cerrado fijado previamente en el mismo Pabellón en un Partizan-Panathinaikos del Top 16 de la Euroliga en 2009, con 22.567 espectadores.
Se considera que el récord absoluto de un partido de baloncesto en Europa es la final de la Recopa de 1966, un AEK Atenas-Slavia Praga, disputada en la capital griega, al aire libre, ante 80.000 espectadores.
Para dar más emoción, el partido tuvo prórroga, pues tras 40 minutos el Estrella Roja ganó por tres puntos, diferencia por la que perdió en la ida. Ahí Jenkins decidió el encuentro para delirio de los 24.232 aficionados que atestaron el majestuoso pabellón serbio.