A dos jornadas para poner el punto y final a la competición regular, los madrileños acuden a la cita para defender el segundo puesto de la clasificación, circunstancia que les permitiría ascender directamente a la Liga Asobal. Por el contrario, los antequeranos mantienen viva la esperanza de colarse en la fase de ascenso si se vence y se dan otros resultados que le aupen a la sexta plaza, por lo que han reclamado el apoyo de la afición para conseguir el objetivo.
Después de una temporada durísima, los rectores antequeranos confían en llenar las 2.000 localidades del Fernando Argüelles en un gesto hacia la ciudad, sus seguidores y en un espaldarazo al equipo técnico y sus jugadores, que lo han dado todo a pesar de los numerosos problemas que han padecido. Serán un gran partido de balonmano y un bonito espectáculo para los aficionados al deporte.
Los verdes además intentarán resarcirse de la dura derrota sufrida en Madrid antes del paréntesis navideño (33-19), confían en desarrollar el juego de las últimas semanas y repetir la hazaña de la Copa del Rey, cuando eliminaron en casa a los madrileños (33-22), además de agradar y cautivar a una afición que siempre se ha entregado a sus colores a pesar de los vaivenes del proyecto.