Después de una última tarjeta de 73 golpes, Jiménez supo mantenerse en el complicado campo catalán, en el que lideraba mediada la jornada con comodidad (-7 por -4 de Pieters tras un triple bogey del belga), pero tres bogeys le llevaron a tener que ganar el torneo en el desempate. Ahí firmó el par mientras sus rivales hacían sendos bogeys, lo que le permitió imponerse y ganar en 27ª participación el Open de su país. Incombustible el churrianero, que sigue buscando una plaza en la siguiente Ryder Cup y, de esta manera, prolonga su récord de ganador más veterano del Circuito, con 50 años y 133 días.
"Estoy encantando, 27 años ha llegado el título en el Open de mi país. Todas las victorias son especiales y está también, no pongo ninguna por delante de otra. Me encantaría ir a la Ryder, estoy llamando a la puerta y tengo mucha ilusión por estar en Gleneagles", decía Jiménez, que recordaba cuál era el secreto de tener más de medio siglo y seguir siendo competitivo: "Buena comida, buenas bebidas, buenos puros y mucho ejercicio".