Real Sinsentido Balompié
El Betis está empeñado en convertirse en el adalid de la sinrazón futbolística. Cada paso que da supera al anterior, y no precisamente por su firmeza. El episodio de la dirección deportiva y Lorenzo Serra Ferrer es realmente sintomático de las nefastas gestiones que puede llegar a realizar este consejo.
El Betis lleva esperando a Lorenzo Serra Ferrer alrededor de un mes, que hay que sumar a los cinco anteriores sin director deportivo. Era el elegido y se ha confeccionado una secretaría técnica para él, principalmente con la llegada de Alexis Trujillo, su mano derecha. Pero justo cuando parece que se ve algo de luz al final de túnel, el club verdiblanco da marcha atrás y renuncia a la piedra angular de una de sus reformas. Faltaba la alfombra roja y la copa de cava para la bienvenida, pero igual que se despliega, se recoge.
Estos vaivenes denotan una falta absoluta de conocimiento, firmeza y confianza. Si Serra Ferrer no era el adecuado, no lo era hace un mes, pues su situación se conocía de antemano. Y si es la figura elegida, debe serlo sobre todas las cosas, y sobre el tiempo. No es cuestión de valorar su idoneidad o no, en este caso la cuestión es el calibre de las decisiones tomadas desde el consejo verdiblanco, el alcance de las mismas, y su poca base y firmeza.
El caso de Serra Ferrer, el asesoriamiento de Javier Tebas en este caso, ses un punto más que sumar a la escalada de asburdos que contabiliza este consejo. El mejor ejemplo de que la regeneración brilla por su ausencia y que este continuismo hace y sigue haciendo daño al Betis.
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