Añón, que hasta esta campaña ejerció labores de segundo entrenador de Manel Ruano en el talentoso equipo juvenil del Málaga de División de Honor, estará en principio año y medio y tendrá la difícil misión de levantar y profesionalizar al Jing Ying, que hace pocas fechas inició su competición en la equivalente a la Tercera División de España.
Liderará un ambicioso proyecto para ubicar en el mapa futbolístico del país a este equipo y para adoctrinar a los jóvenes valores de su Academia, que cuenta con unas formidables instalaciones. El propio Añón definía esta aventura como un “un reto, una responsabilidad”. Un traductor le ayudará a introducirse en el país y en la cultura china, y su familia se marchará con él después.
Hasta esta campaña, y además su labor en el Málaga, club de su vida y del que fue jugador, técnico ayudante y entrenador del filial, Añón lideraba una Escuela Deportiva de Fútbol en Mijas que llevaba su nombre. Fue precisamente gracias a este proyecto como conoció a los responsables del Jing Ying, que quedaron prendados con su trabajo y metodología, y que ahora quieren trasladar a su club de su mano.
Añón será el primer malagueño en probar suerte en el incipiente fútbol chino, aunque varios ex blanquiazules ya lo hicieron, caso de Nabil Baha, en el Dalian Aerbin; o de Gregorio Manzano, actual entrenador del Beijing Guoan.