Ambos han llegado a tener rentas escasas sobre el grupo (casi cuatro minutos de máximo), pero han estado fugados la mayoría de la etapa. Sin embargo, la suerte ha sido esquiva con el ‘Lince Andaluz’, dorsal 175, que sufrió dos problemas mecánicos en plena escapada, una salida de cadena que le obligó a cambiar de bicicleta a 72 kilómetros y un pinchazo algo más adelante que dio al traste con sus ilusiones de llegar a meta con opciones.
Maté, muy ruidoso en las escapadas y que a buen seguro lo volverá a intentar más adelante, coronó en primera posición la Cote de Campagnett, pero una vez recogido por el pelotón no pudo seguir el ritmo y perdió finalmente 4’ 41’’ en meta con respecto al ganador de la etapa, el alemán del Giant-Shimano Marcel Kittel, que ya lleva tres triunfos. Vincenzo Nibali conserva el maillot amarillo y Maté es el 137º clasificado a 18 minutos y 45 segundos del líder del Tour en su edición número 101.
Maté: “Me estaba encontrando muy bien, pero tuve averías en el momento clave” “Me ha llegado una serie de averías en el momento clave”, se lamentó el marbellí. Y es que tras el sprint intermedio, el cambio de sentido de la carretera propiciaba que el viento, constante en toda la jornada, pasara a favorecer las pretensiones de los dos escapados: “Nos ha ido dando de costado y de cara todo el tiempo. Voeckler –su compañero de fuga- y yo nos estábamos entendiendo bien y acordamos acelerar tras el paso intermedio, en que el viento a favor podría ayudarnos un poco y, al menos, poner en problemas al pelotón”.
Pero no fue posible porque primero un problema con la cadena, y después un pinchazo, dieron al traste con las esperanzas de Maté. Sin embargo, prefirió hacer un balance positivo de esta jornada: “Necesitábamos estar delante. Llegábamos a Lille, el equipo tiene la sede aquí y la empresa es de esta región. El maillot de Cofidis se ha visto, que era el principal objetivo. Siempre queda la incógnita de qué habría pasado, porque me estaba encontrando muy bien”.