Motivados por aquel desliz, enrabietados quizás por lo sucedido, lo cierto es que el Meridiano Antequera se ha sacado la espina clavada en aquel momento y ha derrotado con contundencia al conjunto cordobés por 29-21 (16-8 al descanso). Los antequeranos encarrilan de esta forma la semifinal de la Copa de Andalucía y ponen un pie en la final.
Los locales arrancaron sin dar ninguna opción a su rival. Bien plantados en defensa, apoyados por un extraordinario Jorge Villamarín en la portería, los parciales a favor crecían con el paso de los minutos. Del 6 a 3 de los primeros compases se pasó rápidamente a un 10 a 6 gracias a la labor de los jugadores más experimentados. En el tramo final de la primera parte, Villamarín echó el cierre a su portería durante doce minutos y la ventaja se disparó hasta los ocho goles (16-8) con los que se alcanzó el ecuador del envite.
Lorenzo Ruiz relevó a los porteros tras la reanudación y a Maireles le costó un poco más entrar en el choque. Coincidieron esos momentos con una mayor respuesta defensiva del conjunto cordobés que poco a poco asimiló las instrucciones de su técnico. Las fuerzas se equilibraron por momentos, los palmeños recortaron la renta con una mayor eficacia ofensiva (20-15) y la tensión fue creciendo. Las exclusiones comenzaron a caer de uno y otro lado pero los locales no perdieron la forma ni su estilo de juego. En inferioridad, los verdes eran capaces de marcar y eso golpeaba con dureza la fortaleza mental del contrario. Así, a diez minutos para la conclusión, el Meridiano Antequera puso la máxima renta en el electrónico (27-18), y en el intercambio de goles posterior murió el partido.
Vaya titular más confuso, no? Todavía queda la vuelta de semifinales y la final como para decir que se lleva la Copa Andalucía de Calle.