Juan Romero Márquez
En esta ocasión mi comentario sobre el encuentro Recre-Las Palmas va dedicado a lo que, en mi opinión, representa la grandeza que atesora la afición del Decano. No olvidaré jamás la imagen que me quedó el pasado sábado de esos (alrededor de 3000) aficionados que acudieron al Nuevo Colombino, en una noche metida en agua (como decimos aquí), y que parecían 10.000 mientras apoyaban a los que saltaron al campo de juego y contrarrestar así al mejor equipo de la liga, conformado por hombres de su tierra junto a algunos refuerzos gracias a la tesorería de su club.
El Recreativo lo tuvo todo en contra, menos a los incondicionales. La grave situación que atraviesa por la falta de liquidez del club ha llegado al corazón de la afición. Los rostros hundidos de la plantilla ante el 0-4 me emocionaron de verdad. No había desgana, pero sí impotencia de no dar una alegría a los valientes que se dieron cita en el estadio. Pero ahí estuvo la reacción de este grupo de hombres valientes, poniéndose en un 2-4 en el marcador, con coraje y haciendo que el equipo canario se preocupara y tomara todo tipo de precauciones.
Al final, derrota. Pero la afición está con los que tratan de salvar la categoría. No busquemos culpables fáciles y sí soluciones, para que todos los que forman el cuerpo social del Decano puedan llevar a sus casas un sueldo que les hace falta para pasar unas navidades dignas. Aún hay tiempo. Espero que las soluciones lleguen pronto por parte de quienes pueden y deben aportarlas. El Recreativo, su decanato y el 125 Aniversario no merecen vivir los momentos presentes.