El Instituto de Fertilidad no se encontró en Carranque en la noche del viernes y acabó sucumbiendo por 40 puntos ante el MyWigo Valladolid (45-85), un rival muy serio que tiró de un gran acierto exterior para romper el partido desde el primer periodo del encuentro. La falta de intensidad de los malagueños, tal y como lo definió el técnico local en rueda de prensa, pasó factura al equipo, que desde el salto inicial se vio sin opciones de ganar. La única nota positiva fue el regreso de Ricardo Guillén tras un mes ausente. Metió 12 puntos, máximo anotador del equipo.
Román Montañez fue quien comenzó a romper el parcial a favor de los vallisoletanos. Desde el exterior, desde el tiro libre y desde cualquier posición en la que tirase, el veterano jugador morado anotaba. Nadie le pudo parar en los primeros compases del partido. Hasta un 3+1 con Andrej Magdevski sobre él anotó el ‘8’. Así, y dominando el rebote sin mucha oposición, MyWigo Valladolid ganaba 11-26. El segundo cuarto comenzaba con algo más de intensidad en los locales. Las cosas no salían en ataque, pero en defensa sí que se apreciaba que los de Francis Tomé apretaban los puños. No sirvió de mucho, porque como un ex del Clínicas Iván Martínez, se echaba a su equipo a la espalda para seguir acribillando ofensivamente al Clínicas. Ricardo Guillén se imponía a las ayudas que recibía cuando atacaba y anotaba desde la línea de personal para frenar el parcial en contra de los suyos. Parecía que el recital de los de Porfirio Fisac se frenaba en ciertos momentos, pero daba igual, porque el encuentro ya estaba roto al descanso (25-49).
Al Clínicas Rincón solo le quedaba obrar el milagro, pero no era la noche para pensar en ello por el acierto de Valladolid y la intensidad que ponían en el juego. Sorprendía a muchos que los morados sean novenos de la clasificación, porque puede ser uno de los mejores equipos que ha pasado por Carranque. Apareció en escena De la Fuente una vez que Fisac sentó a Montañez con el partido en el bolsillo. Seis puntos consecutivos suyos seguían aumentando la renta (25-53). Entre Viny Okouo y Kenan Karahodzic se las apañaban para parar el acierto en la pintura del MyWigo Valladolid, pero cuando salía el balón disparado hacia el exterior anotaba desde 6,75 Mikel Uriz. Así era muy difícil concentrarse en jugar, porque en cada fallo local los visitantes castigaban sin compasión, y de ahí el 36-70 cuando restaban tan solo 10 minutos para el final del partido.
No tuvo mayor historia el periodo final. El Clínicas careció de carácter, y ese carácter lo puso Valladolid, que quería seguir aumentando su renta ante los fallos en ataque y las pérdidas de balón de los de Tomé. La desesperación se apoderó del equipo y el 45-85 dejó helado a todo Carranque, que para nada se esperaba un resultado tan abultado tras perder en el partido de ida por tan solo un punto.
yo vi el partido y falto ganas a muchos jugadores no se puede empezar el partido y comenzar a defender con los brazos abajo el mejor no puede ser Guillen los jovenes tienen q demostrar mas ganas y aparte el equipo no tiene tiro exterior ni interior por lo.menos q tenga ganas y amor propio