Los cuartos de final tienen esto. No hay sesión mala. Era una noche de chirigotas y comparsas. Aunque no hubo ningún pelotazo como en la primera velada de cuartos, la función mantuvo un gran nivel hasta el final, sobre todo en muchos pasodobles comprometidos y buenos cuplés.
El Vera volvía con su música ochentera. Tipo 'bailongo'- musical. Buena presentación que te engancha desde el principio. Luego vendrían los pasodobles. El grupo además de cantar bien maneja el arte de la videncia. Hace un repaso de las cosas que ese joven Felipe González no debe hacer. Haciendo una comparativa entre el presente y lo que ellos deseaban que no hubiera ocurrido. Hablaban anclados en los ochentas estos chirigoteros. Genial la idea de enfocar el pasododoble desde el pasado, además, con las cosas muy bien dichas. El segundo es una defensa de las costumbres cofrades de Cádiz y desde el mismo enfoque en el tiempo. Luego vendría lo mejor del repertorio, la tanda de cuplés. Geniales ambos, a Rajoy y al Rey Juan Carlos. Vera sigue demostrando que es un grande en esta parte del repertorio. Y por último llegaba el popurrí. Aunque el pase estaba siendo de altura, esta parte de la actuación volvió a flojear. Vera Luque siempre opta por hacer un recorrido por el mundo del famoseo y eso suele hacer reír la primera vez. A la segunda ya cuesta más. Aunque a decir verdad tampoco es que haya muchos popurrís mejores que los de estos chavales de los 80. Hubo un tiempo en el que el 'popu' era demasiado largo para los comparsistas, pero ahora es al revés. Siempre se dijo que es más difícil hacer reír que llorar, y hoy día la sociedad da más motivos para lo segundo. Y el Carnaval es el mejor termómetro para medir eso. Aún así, gran pase el de esta agrupación que visto el nivel de las demás, es una de las grandes favoritas.
El cuarteto volvía con la misma línea de preliminares. Una actuación repleta de golpes en la parodia y en el tema libre. 'Los Niños de la Mary' vienen muy fuertes y acaban con el teatro en pie. Otro pase más y los niños de Mary no enmiendan su comportamiento, siguen alborotando y haciendo reír al respetable. Si el fin del comparsa es cantarle a Cádiz, el del cuarteto es hacer reír, y esta gente, de una forma u otra, siempre lo consiguen. En la parodia con una pequeña clase de educación sexual para dos niños muy preguntones y en el popurrí con una conversación telefónica muy confusa. Lo más flojo, los dos cuplés. Volverán a la siguiente fase, y muy raro sería que no se colaran en la final. Su triunfo dependerá mucho del nivel que ofrezcan las demás y por supuesto, de que no se hundan en la recta final del concurso.
Tras el descanso llegaba otro de los platos fuertes de la noche, 'Los buscarruinas' del Sheriff y sus pasodobles. El primero al maltrato y el segundo a los problemas de agua del barrio de Loreto. Buenos pasodobles. En los cuplés destaca sobre todo el segundo, en el que cuenta que no le quedan flechas para juntar al Subiela de forma definitiva. El popurrí, aunque muy dinámico, tiene tres buenos golpes, uno al principio, el del medio con el humo negro a Padilla y en la cuarteta junto antes de un final precioso. Es tal el sabor de boca que deja la cuarteta final que parece que el popurrí ha sido mejor de lo que fue en realidad. La importancia siempre de una última buena cuarteta.
También cantaron las comparsas de Juan Fernández y Germán Rendón. 'Lobos' y 'OBDC El show de Pinocchio'. Buenas comparsas las dos. La segunda, como en preliminares, con un repertorio y una crítica que salía por los poros. Dos pasodobles de comparsa grande. Esta gente quieren dar un paso más en este Carnaval. Las dos letras de ayer, impresionantes. La primera a la situación actual en la que muchas personas tardan en jubilarse mientras los jóvenes están sin trabajo. El segundo a los genios de la comparsa, enorme letra también. Aunque el nivel es tremendo en la modalidad, no hay que descartar el pase tras una actuación perfecta.
Antes cantaron dos buenos coros. 'La Fábrica del Humo' de Paco Mora, y 'Que Dios nos coja confesá' de Lucía Pardo. Ambos suenan de maravilla, pero llama la atención sobre todo el segundo. El coro femenino ha ido creciendo estos años hasta convertirse en uno de los esperados de la fiesta. Alegre, desenfadado y suena de maravilla. También cantaron los gitanos de El Puerto, con un repertorio flamenco como acostumbran y pasodoble a Podemos con bandera incluída al final del partido político.