Toca levantarse y pelear hasta el último momento por la cuarta posición, ya que la tercera, que disfruta el Liceo Francés, está a 12 puntos de distancia con cinco jornadas por delante. Ése es el mensaje grabado a fuego por Eusebio Quevedo a sus chicos, que mañana sábado (16:00) se cruzan en el campo de la Cartuja con el conjunto revelación de la temporada, el Olímpico Pozuelo, después del duro varapalo recibido hace dos semanas en el feudo del Universidad de Granada (35-0).
Los madrileños, recién ascendidos, presumen de la cuarta plaza con 46 puntos y no descartan pelear por el bronce, toda vez que el oro y la plata de la categoría están ya repartidos entre el Alcobendas y el Ciencias. Nueve triunfos ha cosechado el quince de Pozuelo de Alarcón y un empate, sobre la bocina precisamente en la primera vuelta frente a los sevillanos, a quienes se les escapó el éxito en el último momento.
Los hispalenses, en cambio, han bajado al séptimo lugar de la tabla y con 37 puntos ven aún con esperanza la opción de dar caza en los cinco encuentros que quedan a su rival de mañana antes de afrontar el derbi local el siguiente sábado. Tampoco viene mal una victoria para huir de los peligros de abajo, pues el penúltimo, el Ingenieros Industriales, suma 32 puntos.
Desde luego, la parcela mental tras el revés en Granada es la parte que ha trabajado más Quevedo con vistas a este choque, donde espera que sus jugadores recuperen el brío en la línea de tres cuartos de otras veces y pueden sacar adelante un envite realmente complicado por la evolución del Olímpico en estos meses.
El técnico hispalense hará cuatro descartes antes del partido, que saldrán de esta amplia lista formada por Vita, Champi, Estrella, Forte, Gonzalo, Chema, Coleta, Paco, Curro, Villalobos, Edu Gil, Alberto Quesada, Echecopar, Rafa, Compagni, Mariwana, Jesús, Javi Villar, Pizarro, Jaime, Juan, Germán, Carlos Quesada, Inchu, Jorge, Arturo y Gabriel. Arbitrará la contiende el catalán Aguirre