No pudo ser. El Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón volvió a sumar una nueva derrota (72-74), esta vez en Carranque ante un Peñas Huesca al que la suerte le sonrió en el último momento a pesar de ir ganando el partido por hasta 16 puntos. Los de Paco Aurioles comenzaron muy metidos en el partido, pero el estirón oscense tras el descanso hizo que tuvieran que remontar un partido que se puso muy negro. El desgaste físico fue notable en los últimos momentos del encuentro, pero hasta una bola para empatar o ganar el partido tuvieron los malagueños, pero la suerte fue esquiva a los malagueños y la victoria se fue para los de Quim Costa. En la parte positiva, volvió Alfonso Sánchez con un partidazo (17 puntos), Maodo Nguirane sumó ocho rebotes y siete rebotes en su regreso y Ricardo Guillén sumó 19 puntos y 10 rebotes.
El encuentro fue el típico en el que los nervios aparecen en momentos importantes. Fueron primero los oscenses los que salieron a morder a la pista con un claro referente: Edgar Vicedo. El jugador cedido por Estudiantes dio una auténtica exhibición de juego -terminó con 21 puntos- y fue el líder de su equipo. Con 12 puntos de 24 que metió Peñas huesca en los primeros 10 minutos, el madrileño estaba ante una de sus grandes noches. Pero también estaba sobre la pista un enorme Alfonso Sánchez, que reaparecía tras mes y medio lesionado y que junto a Richi Guillén protagonizaron los mejores momentos del Clínicas.
El 22-24 del primer cuarto se tradujo a un peligroso 30-38 al descanso. Peñas Huesca apretó en defensa y tiró de acierto en los momentos en los que el Clínicas no encontraba solidez en ataque y se precipitaba en algunos tiros lejanos. Un triple de José Alberto Jiménez cortaba un parcial de 0-6 del Peñas, que había encontrado la directa para llevarse la victoria final. Así, y tras un triple en el último segundo, la ventaja beneficiaba a los visitantes cuando los dos equipos se marcharon a los vestuarios.
No pudo empezar peor el tercer acto para el Clínicas Rincón, que pronto encajó dos canastas que le ponían el partido aún más complicado. De 14 puntos de desventaja bajaron los malagueños a 10 en apenas minuto y poco más, pero Huesca tiró de acierto exterior para poner la máxima en el marcador pasado el ecuador del periodo. El verdugo no era otro que Vicedo, que encontró en Van Oostrom un escudero de garantías. El banquillo tenía que aportar lo suyo para el bando de Aurioles si quería mantenerse con vida. Andrej Magdevski salió a revolucionar el partido y así lo hizo, con unos buenos minutos en la dirección dando descanso a Morayo Soluade, que no tuvo su noche. Destacar también el papel de Maodo Nguirane, que debutaba esta temporada con el equipo vinculado a Unicaja. El de Senegal se fajó en defensa como suele ser habitual y dominó los tableros, algo que se tradujo en buenos contraataques de un equipo que, a pesar de que le costaba ver aro con facilidad, se iba al último cuarto con vida (48-60).
Los últimos diez minutos prometían espectáculo y nervios, muchos nervíos. Maodo comandó la remontada con cuatro puntos consecutivos. Una buena culminación con un espectacular mate ponía el 50-62 y cuando menos lo esperaba la afición que llenó las gradas de Carranque y que respondió a la llamada del equipo, el propio pívot forzaba una falta personal para anotar los dos tiros libres coorrespondientes (52-62). El equipo comenzó a creer que podía ganar el partido y los de Quim Costa empezaron a pensar que podían verse en problemas si no apretaban los dientes. Un taonazo de Romaric Belemene a dos manos contra el tablero significó un estratosférico triple de Alfonso Sánchez al contrataque que obligó a Quim Costa a parar el partido (55-62). El Clínicas había vuelto cuando pocos le esperaban e iba decidido a la victoria. El tiempo muerto no lo captaron los de 'verde' porque a la siguiente defensa también perdieron la bola y la volvió a liar 'Fon' con el 57-62. Fue entonces cuando la grada se levantó de sus asientos y empezó a vitorear y a animar al equipo. Salash cortó el parcial malagueño con un tiro a media distancia que daba un respiro a los malos momentos de Huesca. Nguirane de nuevo se puso el mono de trabajo en defensa y todos los rebotes que le llegaban eran suyos sin ningún problema. Llegó su momento y no lo desaprovechó, porque además anotó un nuevo gancho que seguía permitiendo soñar al equipo (61-66).
Fue entonces cuando los veteranos sacaron la cabeza. Richi Guillén recibía bajo aro sin cesar, pero apenas le dejaban espacio con alguna que otra defensa rozando la personal. Los árbitros, muy permisivos en la pintura, no pitaban los contactos interiores, pero Guillén, con tantos años a sus espaldas jugando a este deporte, anotaba a a más mínima que podía. Cuatro puntos seguidos del de Tenerife acercaban el marcador a 67-68, pero Brizuela y Khol anotaban sendas canastas. No obstante, Romaric Belemene aún tenía mucho que decir y fue él quien, desde más allá del 6,75, anotó el triple que ponía el que sería el definitivo 72-74. La siguiente jugada de Huesca no llegó a buen puerto por la gran defensa del Clínicas, que tuvo un tiempo muerto para inventar una jugada para empatar o ganar el partido con 10 segundos por delante. La suerte le fue esquiva. Recibió Soluade, aguantó la presión y se marchó a penetrar intentando la fortuna de anotar, pero se topó con dos defensores y no vio a Alfonso Sánchez que se encontraba abierto en la esquina esperando un tiro sobre la bocina, que finalmente no se produjo.
Con esto, el Peñas Huesca se llevó un valioso botín de Málaga con susto final ante un Clínicas al que le pesó mucho el detalle de tener que remontar una desventaja de 16 puntos, algo que mermó mucho al equipo y que acusó en las últimas opciones de partido.