Llegaba la noche donde la vida en Cádiz se para. Como popularmente se conoce, la Final del Falla. La noche grande de la Tacita de Plata. En Cádiz el balance del año nunca llega el 31 de diciembre, se hace por estas fechas. Y se hace cantando. El ingenio de Cádiz hace que su pueblo cada año pueda regalarse a sí mismo una manifestación cultural de este tamaño. Vaya por delante todo esto en una Gran Final gris, de las finales más flojas que se recuerdan. Aunque más que exigir, patalear o lamentarse por ello, es justo dar las gracias a todos esos trabajadores, 'paraos' y 'currelas' que sacan de su tiempo muchas horas para crear coplas e intentar hacer de esta fiesta algo mejor cada año.
En comparsas se confirma lo que se olió desde cuartos de final. La modalidad más en forma de la fiesta tenía este año su cetro reservado. Ganó Juan Carlos Aragón su tercer primer premio como comparsista. Su batalla, en la noche grande de Cádiz, era consigo mismo, pero no se superó. Lo que soltó en aquella noche de cuartos pareció insuperable desde que acabó el segundo pasodoble. No lo sobrepuso él ni nadie. De ahí que el primer premio haya sido con un ventaja de puntos clara (1.054). En la final volvió el Juan Carlos más egocéntrico. Iba tan 'sobrao' que se permitió el lujo de cantar dos letras para él. El primero quizás fue el pasodoble más flojo de 'Los Millonarios' en el concurso. El segundo, es un pasodoble con frases literarias sobre el dinero. El desarrollo de esta pieza fue una maravilla, pero en el remate volvió a aparecer el 'yo' del autor que lo estropea. Aún así, parece un premio justísimo para esta agrupación que ha sido la mejor durante el concurso. Si bien es cierto que este grupo pareció un primero claro antes de comenzar la final, la realidad es que a las 5 de la mañana Tino (1.006 puntos) hizo temblar al teatro. Vendió cara la piel el primer premio del año pasado. Suyas fueron dos de las mejores coplas de la noche. Una vez más, este autor ha estado peleando hasta el último segundo. Y Bustelo (1.002 puntos) , quién ha ofrecido una gran tira de pasodobles durante el concurso, no llegó al nivel de las dos primeras. Aunque a punto estuvo de arrebatarle a Tino el segundo puesto según el jurado.
La reina de la fiesta pasó su noche más desapercibida. La risa estuvo ausente en la noche en la que más se le espera. Solo el 'Selu' con algunos golpes durante su repertorio y Vera Luque con sus cuplés, despertaron algunas carcajadas en un público, por cierto, demasiado frío para una Final del Falla. Aunque ninguna de las tres chirigotas era un pelotazo, con 'Los seguidores de Arturito' en casa, el primer premio de Vera Luque si parece justo. El autor había traído los mejores cuplés del concurso y además, también trajo en la Final uno de los mejores pasodoles de este año en la modalidad. La segunda pieza reivindicando una final larga fue una de las pocas joyas que dejó la finalisima. En chirigotas, aunque era la modalidad con menos nivel de este año, también era la más igualada. Llama la atención el tercer puesto del 'Selu' tras ser la única chirigota que pudo levantar alguna risa en la final. Que esta chirigota tarjera teatro entre copla y copla dice mucho de lo que ha sido este año el concurso en chirigotas. Se confirma la teoría de que José Luis García Cossio solo gana el primero cuando trae un pelotazo de verdad desde el primer día. Los primeros premios de este autor nunca son medianías. Y 'el Love' se sacó un segundo premio de la manga sin haber cantado un buen cuplé en el concurso. La chirigota fue de más a menos, pero para el jurado el gas les llegó para una segunda plaza. Quizás, en una final igualadísima en cuanto a puntos se refiere, el primer pasodoble les dio ese empujón para colocarse en ese puesto.
No fue la mejor noche para la modalidad de los palos. Ya el año anterior pareció venirle grande cuando no se podía repetir ninguna parodia en la final. Pero este año sí se permitió, y más que ayudar hizo que el cuarteto se volviera algo repetitivo. Hoy se le da más merito a lo que hacía el Morera, sus personajes llegaban al último día con la frescura del primero. Empezó la modalidad con 'Los Cansinos' (912 puntos). La final le vino grande al cuarteto de los niños. La nueva parodia no acompañó y la finalisima cada vez parecía que se les hacía más larga. Aunque no llegaron -ni de lejos- al nivel que han acostumbrado, dieron una lección de amor propio para defender lo que quedaba con gran derroche de poca vergüenza. Su tercer premio fue justo. El primero llegó para el cuarteto del 'Gago'. Aunque en la final no tuvieron su mejor actuación, estos cuarteteros por fin consiguieron lo que en muchos años le privaron. Lo de Gago y los suyos es una victoria con mayúsculas. 'Los Pensionistas se la dan de artistas' (965 puntos) demostraron que se puede ganar el concurso siendo fiel a sí mismo. Si el primero no hubiera llegado, este grupo volvería al siguiente año con ese humor tan característico. El premio para ellos no es más grande que la defensa que cada año hacen del cuarteto más clásico. En segundo lugar quedaron 'Los niños de la Mari' (935 puntos). Siempre se dijo que este grupo nunca aguantaba las exigencias del concurso y este año, quizás, fue el único que mantuvo el nivel hasta el último día. Pero eso fue insuficiente para el jurado. Al menos, se marchan con la satisfacción de que fueron de los pocos que sacaron alguna risa en la final.
En coros estaba la cosa parecida a las comparsas. Quizás han sido las dos modalidades con más nivel en este concurso aunque la diferencia al final no fue tan clara. La victoria de cualquiera de los tres hubiera sido justa, pero ganó 'La Trattoria' (1.026 puntos). El coro de Julio Pardo fue un ciclón desde inicio a fin del concurso, como cada año. Aunque los tres gustaron, su triunfo parece justo. Otro gran coro, el de Fali Pastrana, quedó segundo con 1.016 puntos y 'Los Sudamericanos' de Nandi Migueles, con uno de los mejores tangos del concurso, quedó en tercer lugar con 1.000 puntos.
Hasta ahí una Gran Final venida a menos. Ahora el Carnaval se marcha a la calle para completar un feedback perfecto. Las coplas vuelven a donde nacieron.