La malagueña Carmen Balbuena presentaba óptimo bagaje para subir incluso a lo más alto del podio de los 200 mariposa en los Juegos Europeos de Bakú, pero se quedó con la miel en los labios.
El año pasado se había proclamado subcampeona europea de la categoría en su primer año como júnior y ayer en las semifinales había conseguido el mejor tiempo de todas las participantes. Y así Carmen salió a por todas, pasó en primera posición tanto por el hectómetro como a falta de un largo, pero ahí faltaron fuerzas y cayó hasta la cuarta posición con 2.12’43’’ a una centésima del bronce, pero lamentando el que si hubiera repetido su registro de semifinales hoy sería plata, o el hecho de tener mejor marca personal que el oro. Pequeño fracaso para Balbuena que intentará reparar en la prueba del hectómetro.
Otra pequeña decepción llegó de la mano de Paula Ruiz, la joven del Mediterráneo que llamó la atención con grandes resultados el año pasado en su primer año en la categoría, pero que ha tenido un 2015 no demasiado brillante. Por la mañana conseguía acceder a la final de los 400 libres, en la que finalmente no pudo escapar de la última posición con un registro de 4.22’22’’, en una prueba en la que fue de más a menos y quedó muy lejos de su marca previa.