El esfuerzo de los ciclistas sobre sus bicicletas durante el Tour de Francia es brutal. Y no solo por los puertos que se aparecen ante sus horquillas, también por el extremo calor de estas fechas y la oscilación térmica de subir y bajar de altitud. Luis Ángel Maté, el único corredor malagueño del pelotón (también malaguista), quiso mostrar cómo termina una parte de su cuerpo en la que apenas se repara.
El año pasado exhibió sus piernas tras una etapa, con las venas dilatadas en relieve. Hoy ha mostrado… sus dedos, arrugados como pasas por el calor. “Después de casi 7h en bici con ratos a 40 grados y otros a 14, uno llega al bus con los dedos como garbanzos en remojo”, escribió el corredor sampedreño al tèrmino de la etapa del día en Plateau de Beille. Una imagen, cuanto menos curiosa.
Maté ocupa el puesto 75 de la carrera ciclista más famosa del mundo en la etapa doce y es el décimo español clasificado, habiendo protagonizado ya alguna de sus clásicas escapadas
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