Luis Ángel Maté vuelve a la competición tras acabar el Tour de Francia. Será de nuevo en el país galo donde el Lince Andaluz se ponga el dorsal. En este caso, en una carrera como el Tour du Limousin (2.1). Cuatro etapas que empiezan mañana, y que Luis correrá por primera vez: “Es una carrera que no conozco, pero suele tener una buena participación. Aquí hay mucha gente que, como yo, viene del Tour. Y otros que empiezan a preparar aquí el Mundial de una forma alternativa a aquellos que van a la Vuelta”, comenta.
Será su última vuelta de la temporada 2015, antes de descansar pensando ya en el año que viene. En cuanto al trazado, hay dos bloques claramente diferenciados: “Una primera etapa más bien plana, apta para el sprint. Y, después, dos jornadas de mucho repecheo, con terreno rompepiernas desde salida hasta meta, muchas cotas y algunos puertos cortos. Los finales, además, son en cuesta. Ahí trataremos de estar delante”. La última jornada volverá a ser de nuevo más llana, con previsible llegada masiva.
Para Luis, su respuesta en esta carrera es una incógnita. Sabe que su condición física es buena, pero el cansancio del Tour aún pesa: “Ya hace muchos días que acabó el Tour y he podido eliminar fatiga, pero no sé si será suficiente. Por otra parte, una gran vuelta te deja un golpe de pedal importante que trataré de aprovechar. Obviamente, los entrenamientos son distintos a los de años anteriores también. Veremos qué pasa”, argumenta.
En cuanto al equipo, estará acompañado por Loic Chétout, Nicolas Edet, Christophe Laporte, Rudy Molard, Florian Senechal, Kenneth Vanbilsen y Louis Verhelst. Sin un líder claro, Laporte y Vanbilsen estarán presentes en las llegadas masivas, mientras que tanto Luis como Edet darán presencia al equipo en las etapas más duras: “Tanto Edet como Vanbilsen también regresan a la competición aquí después del Tour. Sin embargo, su calendario será distinto al mío. Espero hacer una buena carrera para acabar la temporada con buen sabor de boca”, concluye.