La Platea de Juanma G. Anes
(Huelva Información)
Suponiendo que saldremos de ésta -que ya es mucho suponer, pero es que no nos queda otra- imaginamos que pasaremos por fin las páginas del uruguayo despistado, las del madrileño desbordado y las de los misteriosos mejicanos, que parecen de todo menos misteriosos y mejicanos. Entonces -esperemos- habrá otro dueño, otro jefe que pondrá su tiempo y su cara para el club y sus manos para la restaurar la casa y, confiemos, también su espíritu. Esperemos que tenga dos dedos de frente, aunque si son tres, mejor.
Igual es pronto para escribir la carta a los Reyes Magos pero, por si luego se produce un colapso en las telecomunicaciones (con estas cosas nunca se sabe), me gustaría pedir a los Magos de Oriente que dotasen al que venga, sea cuando sea, como sea y desde donde sea, de ciertas habilidades. A saber: que no prometa ascensos (por si acabamos en Tercera) ni un juego excelso (por si sólo jugamos al 'patapúm parriba'). Sería conveniente que supiera matemáticas y distinguiera, con facilidad, la diferencia entre '0 ' y '-18' (que se dé por aludido el que quiera) y que, además, no se crea el amo del cortijo sea o no suyo el dinero que respalde el proyecto (ídem). Y ya que nos ponemos a pedir, si es posible que el líder en cuestión no pierda la perspectiva de dónde está (un club que jamás debió de dejar de ser humilde) ni dónde vive (una ciudad pequeña, una provincia preciosa pero complicada...). Ah, y que no pisotee a diestro y siniestro a los que tiene al lado o debajo, evidentemente.
En más de una ocasión he oído eso de que, si las cosas no le salen próximamente como espera, Comas prefiere cerrar el chiringuito antes de que sea otro quien tome el mando real del club y lo pueda mantener con vida. No, no me lo creo; no me lo quiero creer, vamos. Porque entonces en vez de a los Reyes Magos habría que solicitar ayuda a un exorcista. Y, don Pablo, hasta ese punto no habrá que llegar nunca, nunca jamás, ¿verdad?