Derrota del Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón ante el líder Aceitunas Fragata Morón (54-59), que tuvo que sufrir hasta el final para ganar en Málaga. Los sevillanos remontaron en la segunda parte un encuentro que tuvo de cara el Clínicas durante la primera parte, incluso se fue ganando al descanso por 28-25, pero un mal arranque de segundo tiempo sentenció las opciones de victoria de los de Aurioles, que a base de triples estuvieron con vida hasta el último segundo.
El líder se presentaba en Torremolinos sabiendo que Covirán Granada cayó el sábado en su visita a Álava, por lo que la victoria de los sevillanos en Málaga se convertía en un todo por el todo. La ilusión de la que hablaba en la previa del partido Paco Aurioles se palpaba desde el calentamiento, de ahí que el equipo malagueño contara a última hora con un ya recuperado Morayo Soluade. Fue Morón quien rompió el hielo. Corriendo y mostrándose firme en su forma de jugar, el primer parcial de 0-6 a favor de los de Javier Fijo no descentró al Clínicas, que tirando de poderío físico debajo de aro fue haciendo su partido. Con Viny Okouo y Kenan Karahodzic haciéndose fuertes en la pintura, los de Aurioles fueron metiendo presión al líder Morón, que se aunque se mostraba siempre por delante en el electrónico sí le costaba anotar y escaparse por más de cinco puntos. Un 2+1 le daba a los sevillanos la máxima hasta el momento (5-11), pero un triple de Morayo y los tiros libre de Rosa le devolvían tranquilidad a la cosa. Toledo acertó en un tiro exterior al término del primer periodo y Aceitunas Fragata Morón se fue ganando en el primer cuarto 11-15. El malagueño Álex Vergara, ex de la cantera de Unicaja y en las filas del equipo sevillano, anotó un triple nada más comenzar el segundo periodo (11-18). Paco Aurioles protestó en la siguiente jugada una falta en ataque sancionada a Viny Okouo y le pitaron técnica. Parecía en ese instante que los pupilos de Fijo ponían la directa para escaparse, pero la mejor versión del Clínicas Rincón aún no había llegado. Una gran intensidad defensiva, junto al acierto en la línea de personal y un buen ritmo de partido, desquició a un Morón al que le costaba anotar. Romaric Belemene y Morayo Soluade empataron con cinco puntos consecutivos (23-23) y desde que llegó la primera ventaja malagueña en el partido con Viny Okouo y Cristian Uta como pilares (24-23), el Clínicas jugó cómodo. Así, el 28-25 al descanso dejaba la cosa en el aire, pero con buenas sensaciones y con el público disfrutando. Morón se puso las pilas nada más iniciarse el tercer cuarto y pilló desprevenido al Clínicas, que encajó un parcial de 2-10 de entrada que le dejaba por detrás en el marcador (30-35). Tuvo que parar el partido Paco Aurioles porque las ideas aclaradas en el túnel de vestuarios no estaban claras. Jugaba entonces el Clínicas con dos bases en la pista para buscar velocidad e ideas en ataque. Carlos Corts y Carlinhos intentaban darle cordura al equipo, que aunque a trompicones, se mantenía firme y con ganas de remontar, pero de cara al aro no se encontraba cómodo. Siete minutos sin anotar echaron por tierra la ventaja de la que disponía minutos antes, y a base de dominar el rebote y con segunda opciones bajo el aro los sevillanos empezaron a coger una ventaja considerable (32-43). Tocaba cambiar el chip y no verse superado por la situación. CB Morón aprovechó bien los errores propios y de ahí su ventaja de 11 puntos, pero la cosa no era tan extrema como para no soñar con ganar. Romaric Belemene cortó la hemorragia seis minutos después de que el Clínicas anotara su última canasta. Apareció entonces Morayo Soluade para abrir una ventana a la esperanza con un triple (37-46) que obligó a Javier Fijo a pedir tiempo muerto porque los malagueños estaban crecidos con ese parcial de 5-0 que bajaba la diferencia de la barrera psicológica de los diez puntos. Aún había tiempo para que Romaric la clavara desde el exterior (40-46), pero el bonus en las faltas personales migaba la moral de los malagueños, que en cada personal que cometían mandaban a la línea de tiros libres a su rival con cinco minutos aún por jugarse. Empezó Morón a ralentizar el juego y a jugar con las prisas malagueñas, que tenía que arriesgar para remontar. El final del partido se le echó encima al equipo, que seguía intentando anotar de todas las maneras pero que tenía la suerte de lado en la mañana de domingo. Aún así las ganas no bajaron y a falta de dos minutos Viny Okouo ponía el 45-51 que daba vida, pero los como anteriormente el acierto desde la personal del líder hizo que la victoria se marchara para Sevilla a pesar de que el equipo llegó a acercarse a tan solo tres puntos a falta de 10 segundos (54-59)