Nueva etapa en la Escuela de Tecnificación. Amigos de José Luis Pérez Canca participaron ayer tarde en la sesión de tecnificación que desde el fallecimiento del ex jugador de balonmano lleva su nombre. Quino Soler, técnico del Meridiano Antequera, Curro Lucena e Irene García, preparadores del Colegio Puertosol y Ernesto Ruiz, ex compañero en el Club Maristas, se acercaron por el Palacio de los Deportes Martín Carpena para participar en la entrega de camisetas de la Escuela de Tecnificación en la que colabora Málaga, Deportes y Eventos y la empresa Cevermed.
Dentro del simbólico acto de entrega de ese material estaba la figura de Pepelu y el legado que ha dejado para el balonmano malagueño. De hecho los técnicos han ilustrado con una charla a los chicos y chicas que participan, destacando los valores del malogrado deportista. Bajo la dirección técnica de Luis Vallejo, la colaboración de los seleccionadores provinciales y otros entrenadores de Málaga y provincia, la Escuela de Tecnificación desarrolla su trabajo todos los martes (18 a 20 horas), alternando chicos y chicas.
La programación diseñada por la dirección técnica de la Delegación Malagueña consiste “en un apoyo al trabajo que los clubes y escuelas provinciales llevan a cabo diariamente, con el objetivo de mejorar la técnica individual de los jugadores”, explica Vallejo. “Buscamos la mejora técnica y táctica, intentamos convertir este espacio en un centro de unión del balonmano malagueño, de convivencia entre jugadores de distintos clubes y sus técnicos”, comenta. “En la sesiones de entrenamiento los deportistas trabajan intenciones técnicas y tácticas básicas como el bote, los desplazamientos con balón, el lanzamiento, trabajo específico para porteros y otras acciones individuales”, explica Vallejo, para una mejora de los asistentes y un complemento a la formación que reciben en sus núcleos de procedencia. “Es vital que los clubes se impliquen. Estamos creciendo en el número de escuelas en la provincia y aquí los chicos y chicas encuentran un punto de calidad que a veces, por distintos problemas, no encuentran en su lugares de trabajo” comenta. “Nos encontramos con sitios donde hay tan solo dos o tres chicos en edad infantil que se ven obligados a entrenar con alevines y benjamines y no progresan. Aquí sí pueden hacerlo”, analiza. “El crecimiento del balonmano a nivel provincial depende de la implicación de todos. La Delegación puede hacer un trabajo administrativo pero los clubes, si quieren que aumente la participación y la calidad, deben implicarse en este proyecto de unión y mejora de las condiones de balonmanistas con menos oportunidades” sentencia.