Faltaron coplas de más
La noche duró un suspiro. La baja de dos grupos llevó la sesión a echar el cerrojo a eso de las 23:00. Parece ser que los especialistas recomiendan este año Carnaval en pequeñas dosis, como si los empachos de coplas mataran. El efecto puede volverse en contra. Las ansias de Carnaval crecen, y aumenta el riesgo de que el aficionado baje el listón y se rinda a los pies de la primera que pase por delante.
El Falla abría el lunes solo a media jornada. Solo cuatro grupos en la sesión más corta de la historia del COAC. La función fue de nivel medio como se esperaba. Ya cualquier grupo canta de maravilla y hasta ahora escasean aquellos que se mojan hasta las orejas. La diferencia se centra hoy día en salir de la insipidez de las letras. Y es en esta fase donde las agrupaciones menos conocidas tendrían que lanzarse a la piscina para rascar algo. En líneas generales nadie ha dado aún un golpetazo. También es verdad que solo llevamos nueve grupos. Paciencia.
El coro de Sanlúcar abría la segunda sesión del COAC2017. 'La Torre del Reloj' comenzaba su actuación con una presentación muy eclesiástica. Mejor en voces que en letra. El coro suena bien y está por encima del repertorio durante toda la actuación. Lo mejor el segundo tango, un homenaje a Nandi Miguelez, uno de los coristas más reconocidos de la fiesta. Luego vendría la comparsa femenina de Sevilla 'PerraVieja'. Mujeres de la guerra civil en el escenario. Cantan de maravilla. Buen popurrí cantado con mucho gusto por estas sevillanas. Y dos buenos pasodobles sobre la guerra civil el primero y a Susana Díaz el segundo. La comparsa de Algeciras también cumplió con una buena actuación. Quizás fue el suyo uno de los mejores pasodobles de la noche. Pequeña crítica a la afición para acabar recordando a María 'la Yerbabuena'. Buena comparsa que mantuvo el nivel de una sesión sin sobresaltos (tanto en lo positivo como en lo negativo).
Y cuando alguno aún se estaba acomodando en la butaca, llegaba la última agrupación de la noche. Fue tan corta la jornada que las golosinas llegaron al final enteras. El Canijo volvía por donde se había ido. El año anterior, con una gran chirigota, se quedó a las puertas de una final que merecía. Este año recurre a ese tipo de chirigota con la que más cómodo se encuentra y con ese estilo de tipo que mejores resultados le ha dado. 'No valemos un duro' vienen disfrazados de pipas, quicos, regaliz, huevo kinder...Las chucherías de siempre. Presentación 100% 'made by Canijo'. Popurrí con exceso de glucosa en sangre desintegrando la viejas anécdotas de cada golosina. Una pieza que hizo reír a los asistentes y que quedó al descubierto muy pronto. El público lo cogió todo a la primera y eso, en un concurso que dura un mes, a veces pesa. Aunque ahí, Antonio Pedro Serrano, también es un lince. No descarten cambios en citas venideras. Los pasodobles con música de El Lacio, toda una institución en la materia y garantía de engatusar al gaditano. La música sabe a Cádiz, como era de esperar. El primer pasodoble es precisamente un homenaje al propio Lacio y el segundo una crítica a Rajoy con piropo a Miguel Clares. Todo en una misma letra. Cuplés simpáticos y estribillo bastante bueno de una chirigota que seguro tendrá muchas sorpresas a lo largo del concurso.