Un 2018 lleno de contrastes está a punto de finalizar para el BeSoccer CD UMA Antequera. La emoción de lograr el segundo ascenso a Primera División se multiplicó con un buen inicio de temporada, cinco puntos en cinco partidos, hasta que ganó terreno el sufrimiento de ver como no llegaban los resultados a pesar de dejar todo sobre el 40x20. Salgan o no las cosas, al plantel dirigido por Moli nunca le falta la ilusión por certificar la permanencia a partir de la primera cita del próximo año. Sacrificio, entrega, superación y lucha incansable siempre definen a los guerreros universitarios en su batalla por despegar en la clasificación desde el puesto de colista a la zona de salvación en un segundo tramo de liga en el que jugarán más encuentros en el Argüelles que fuera y todos los rivales directos pasarán por el fortín verde.
La grata esperanza es comprobar lo cerca que se encuentra la salida de la parte baja de la clasificación. “Hemos pagado la inexperiencia y los jugadores se han hecho fuertes. Han aprendido de los errores y, en el segundo tramo, sabemos que no podemos cometer los fallos de la primera, conocemos ya a los rivales, necesitamos ganar y en casa tenemos que seguir siendo fuertes como en las primeras jornadas”, detalla Moli.
El primer compromiso del 2019 será de enjundia al recibir a ElPozo Murcia el viernes 4 de enero a las 20.45 horas. “Estamos en los puestos de descenso, pero con una ilusión tremenda al estar a un solo punto de la salvación. Nos queda una segunda vuelta exigente, emocionante e ilusionante al mismo tiempo. Espero que la gente responda, porque está comprometida en que este segundo tramo sea mejor que el primero y podamos mantenernos que es lo que todos deseamos. Mantener la categoría no solo por nosotros, si no por lo que tenemos detrás. La afición, los medios de comunicación, los patrocinadores, Antequera y BeSoccer son un cúmulo de cosas que nos tienen que impulsar a darlo todo para conseguir el objetivo”.
“En el momento que nosotros seamos capaces de mantenernos en la categoría, es un peaje duro que hay que pagar, pero creo que de ahí ya no nos echa nadie. La inexperiencia del primer año para todos implica subir escalones muy altos y no me cabe la menor duda que este grupo está preparado para eso y más. Tenemos unos incondicionales detrás, muchos sentimientos puestos en que este equipo, una gran afición en este deporte y contamos con unos filiales. En la provincia se practica mucho fútbol sala, de hecho van muchas personas a vernos. Por lo que representa este deporte, Málaga y Antequera se merecen un club en Primera División por mucho tiempo”, termina Moli.