El pasado sábado comenzó oficialmente el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del carnaval del Cádiz. Lo hizo con las semifinales de infantiles y juveniles. Quiero pedirle perdón a Cádiz antes de comenzar, por no saber valorar detenidamente su cantera.
Como digo, comenzó el COAC el pasado sábado, y he de reconocer que nunca había puesto interés detenido en sus infantiles y juveniles. A pesar de que muchos nombres salían de su cantera, como esos equipos de fútbol que se acuerdan de los chavales de la cantera y lo suben al primer equipo.
Este año me animé y me puse a seguir a las agrupaciones durante los dos días y me quedé sorprendido. Incluso decepcionado conmigo mismo por no haber valorado antes a la cantera.
Más allá de la calidad vocal y musical, algo más que evidente. Me sorprendí por la calidad en letras y valores que me enseñan que el futuro del carnaval está garantizado.
Pero centrémonos en los valores importantes que me ha enseñado la cantera. El primero, la importancia de la chica. De 33 agrupaciones, 28 contaban con una (o más) chica en su agrupación.
El valor de salir a disfrutar, más allá de conseguir un premio y una experiencia que le otorgue crecimiento en las tablas de los ladrillitos coloraos. Los que vivimos desde fuera el concurso, ver como los chicos disfrutan en el escenario.
Las sagas familiares. En muchos grupos podemos ver como son hijos de componentes en agrupaciones adultos
Pérdoname, carnaval por ser un burrito, pero te estoy Comunicando no veré más brujas y estaré pendiente a tu cantera. Si tenéis tiempo, descubrirla, porque os sorprenderá.