La quinta sesión del COAC se presentaba con buenos ingredientes para disfrutarla y no decepcionó de principio a fin. Con dos regresos tras varios años de ausencia que cumplieron las expectativas y el coro de Valdés como la cabeza de serie. Aquí va la crónica completa:
Abrió la sesión la chirigota del Canijo, que regresaba a las tablas del Falla con Chérnobyl, el Musical. Unos científicos muy locos, contándonos un error que provocó la destrucción de Chérnobyl de una manera muy chirigotera. No decepciona la renovada chirigota del Canijo en un pase muy completo. La música de Jesús Bienvenido es un caramelo que el canijo lo endulza con unas letras propias del sevillano. Unos cuplets que mejoran la media de la fase y un popurrit con buenos golpes y un final que pone los pelos de punta. Viene preparado el Canijo para luchar por cotas altas.
Le siguió la cabeza de serie de esta sesión, el Coro de Valdés. Que hizo gala, como es habitual, de un coro desenfadado. Manos arriba!!, como se llama este año, una escuela de baile, vestidos todos como piconeras y con integrantes de la chirigota del Barrio, como el Popo. La falseta del tango te enamora y las letras de reivindicación de su sello tan particular y recuerdo a Manolo Santander, con un bonito tango. Simpáticos cuplet y un popurrit donde muestran su estilo chirigotero para dejar muy buenas sensaciones en su debut.
Tras ellos, llegaba el estreno en el Falla de la chirigota de Carmona, Marilo's. Un club nocturno de Ibiza muy particular. Bonito piropo en el debut de los sevillanos, con una música dulce, en un repertorio con ciertos altibajos. A continuación, una comparsa de nueva creación La culpa es mía, pero con mucha experiencia sobre las tablas. Letra de Luis Ripoll y dirección para Narros y David Aparicio. Unos duendes que son los culpables de inyectarle el veneno del carnaval. Buenas voces y letras bonitas, con una interpretación de gran categoría, que probablemente hará que repitan en cuartos.
La sesión no bajó el ritmo, ya que le siguió el cuarteto de Javi Aguilera. Otro regreso a las tablas, que cumplió las expectativas. Bajo el nombre de Cari, resiste, nos cuenta las peripecias en el Caitanic con una parodia en el que funciona su toque de guasa con el alcalde dos buenos cuplets y redondeado con un simpático tema libre, en una modalidad que era necesaria su vuelta. Gran ovación del público tras el final.
La chirigota de San Fernando recogió la función. Los Joaquín Dead se presentaban como una especies de zombies enganchados a las nuevas tecnologías. No pegan demasiado en el repertorio, destacando el tributo a Manolo Santander y Juan Carlos en el segundo pasodoble. Cerró la comparsa El Mataero, la comparsa de Andy Morales, que este año cambia de autor, ya que escribe Toni Cruz. Sin alegorías alguna, este renovado grupo se presentaba como carniceros en un mataero. Destacan en la música y en la interpretación. Letras sobre una crítica a la prostitución, bien hilado con el tipo y bonito homenaje a Chari Delgado, madre de los comparsistas Carli y Edu Brihuega y abuela de Pablo Moreno, integrante de la comparsa. Buena sensación de la comparsa que viene a luchar "con el cuchillo entre dientes" el pase a cuartos que ya consiguieran hace un par de años.