La Junta de Andalucía no ve que la comunidad necesite medidas severas
La cifra de pacientes hospitalizados por Covid-19 se ha desbocado en Andalucía y ha aumentado en 102, hasta llegar a los 633 ingresados en los centros sanitarios de la comunidad, una cifra que no se alcanzaba desde hace meses y que, junto al crecimiento sin freno de la tasa de incidencia ha terminado por encender las alarmas en Andalucía ante lo que ya algunos expertos califican como la quinta ola de la pandemia.
De los enfermos que ahora mismo están hospitalizados, el 64% no habían sido vacunados (una parte de ellos porque se negó) y el 40% tiene menos de 40 años. De éstos, los no vacunados llegan al 85%.
De ese dato llama la atención, además, que una parte del 36% sí había recibido una dosis de la vacuna, lo que evidencia que la inmunización parcial es insuficiente frente al virus.
La tasa de incidencia, mientras, ha escalado ya hasta los 298 casos por cada 100.000 habitantes, con un incremento de 20 puntos en solamente 24 horas y entre los jóvenes de 20 a 29 años el índice es todavía mayor, hasta alcanzar este martes los 729 casos por 100.000 habitantes.
Las cifras y, sobre todo la tendencia al alza de las mismas, "preocupan" al Gobierno andaluz, que hoy ha analizado la situación de la crisis sanitaria en la reunión semanal del Consejo de Gobierno. En este sentido, el consejero de Presidencia y portavoz, Elías Bendodo, ha asegurado que "si hay que endurecer las restricciones, se endurecerán", aunque el ejecutivo autonómico no ve la urgencia y relativiza los indicadores actuales de la pandemia.
Especialmente por lo que se refiere a la presión hospitalaria, que sigue siendo, ha insistido Bendodo, muy baja. Ha argumentado que sólo el 6,49% de las camas UCI están ocupadas, frente a más de un 8% de media en todo el país. De hecho, la cifra de ingresados en las UCI se mantiene invariable desde hace siete días en 122.
Ni siquiera las tasas, absolutamente desbocadas, en municipios costeros como Conil de la Frontera (Cádiz) justifican, ha señalado Bendodo, la adopción de medidas más severas como un toque de queda. El motivo, ha argumentado el consejero, es que los expertos han aconsejado no tener solamente en cuenta la incidencia en poblaciones que, como Conil, ven incrementada extraordinariamente su población en verano.
El Gobierno andaluz, pues, no es partidario del toque de queda que sí han pedido otras comunidades y tampoco de cerrar el ocio nocturno. Más bien, ha apostado el portavoz, se trata de "regularlo".