El sevillano Javier Reja acaricia la medalla en la final de skiff de los Juegos Paralímpicos

El remero del Club Náutico Sevilla Javier Reja ha ocupado la cuarta posición en la final A de skiff adaptado (PR1) de los Juegos Paralímpicos de Tokio, a los que ha acudido junto a su entrenador en la entidad hispalense, David Cifuentes. El sevillano ha conseguido de esta forma el diploma paralímpico en su segunda comparecencia en unos Juegos, tras los de Río 2016, en los que fue décimo en paracanoa (KL2).

Después de ser tercero en las series eliminatorias y segundo en la repesca, Reja ha luchado por las medallas hasta los últimos instantes en una prueba que ha llegado a liderar durante sus primeros 300 metros. Finalmente, 3 segundos y 19 centésimas le han separado del bronce en el canal del Bosque Marítimo, en el que se situó en la plata provisional al paso por los 500, 1.000 y 1.500 metros.

El sevillano, que a sus 47 años ha sido el más veterano de los seis finalistas, ha concluido la final con un tiempo de 10:06.73, a 17.95 del ucraniano Roman Polianskyi, que ha cumplido los pronósticos para renovar oro en los Juegos; a 5.91 del australiano Erik Horrie, que también repetía la plata de Río 2016; y a 3.19 del brasileño René Campos, que ha superado a Javier Reja a escasos cien metros para la llegada.

Al término de la regata, mostró sus sensaciones: "La verdad es el que ucraniano estaba a otro nivel y sabíamos que podíamos pelear por la plata y el bronce viendo los tiempos que habían hecho los otros rivales. La idea era hacer un primer 1.000 muy fuerte, aguantar el tercer 500 e intentar subir en el último como pudiéramos. Y así ha sido".

"Hicimos nuestra regata hasta el 1.500 en segunda posición y en los últimos 500 metros pues no pude más; hasta el 250 más o menos, pero luego me comí tres boyas, aguanté como pude y me pasaron el australiano y brasileño. A pesar de todo, muy contento con el cuarto puesto y una medalla de chocolate que nos sabe a oro porque lo he dado todo", concluía.