Manu Bejarano cerró el primer fin de semana de la Lamborghini Super Trofeo Europa con otro destacado cuarto puesto, como el sábado, en su estreno oficial en la competición monomarca más importante del continente. Rookie en la competición, el sevillano ha demostrado haberse adaptado a bien a la complicada conducción del modelo Huracan Super Trofeo y a sus casi 700 caballos de potencia y ya mira con ambición para subirse al podio en la cita del 2 al 4 de junio en Paul Ricard.
Volvió a ganar este domingo la dupla formada por Max Weering y Loris Spinelli, que hizo doblete el fin de semana y como en la anterior carrera, Bejarano fue el único entre los seis primeros que no tuvo relevo en la parada en boxes. Su compañero de equipo, Hans Fabri, fue decimoctavo y Dani Pedrosa, que rodó en primer turno, acabó octavo favorecido por varios abandonos, si bien dejó a su compañero, Antonin Borga, el coche en decimosexto lugar.
Bejarano salía quinto tras una gran clasificación el día anterior, pero perdió una posición en favor de Jean Luc D Aria, segundo a la postre junto a Stephane Tribaudini, con los que el de Montequinto peleó codo a codo todo el fin de semana. Un problema mecánico de Marzio Moretti, que marchaba tercero, permitió a Bejarano asentarse de nuevo en la quinta posición y cuando se abría la ventana para realizar la parada en boxes un accidente hizo que se declarara bandera amarilla en todo el trazado (Full Course Yellow): un virtual safety car en definitiva que hizo que los de cabeza entrasen pronto a la obligada parada.
Las posiciones no cambiaron cuando los pilotos se reincorporaron y la carrera tardó en relanzarse por alguna salida de pista más y cuando lo hizo, con 12 minutos por delante de carrera, el andaluz dio buena cuenta de Gerhard Watznger para colocarse cuarto, con el objetivo ya puesto en el tercer puesto de Tribaudini. En cabeza, Spinelli superó a Dimitri Gvazava para ponerse líder antes de que a siete minutos del final tuviese que salir de nuevo el coche de seguridad.
Carrera de dos minutos, más la vuelta final cuando se dio de nuevo luz verde y Bejarano trató de todas las maneras de hacerse con el tercer puesto en un grupo de cuatro coches que se disputaban dos puestos en el podio, ya que Spinelli se marchó por delante. El sevillano se quedó al final con la miel en los labios, con la sensación de que lo tuvo muy cerca, pero consciente de que en la próxima cita no lo mirarán ya como un simple debutante, sino como un duro rival tras sus dos cuartos puestos en Imola en la primera estación de la Lamborghini Super Trofeo Europa.