Marina Bassols dio continuidad al buen momento iniciado hace un par de semanas con su triunfo en el ITF World Tennis Tour W60 de Madrid y se alzó con el título en el Open Generali Ciudad de Palma del Río, ITF femenino con 25.000 $ + Hospitality en premios y el mejor del mundo en esta semana en el Circuito. La gerundense, quinta preclasificada, remontó un choque de casi tres horas de duración y que perdía 5-7 y 0-3 a la francesa Jessika Ponchet, segunda cabeza de serie.
Tras un ligero retraso por la grandísima expectación que generó el partido en las pistas de El Pandero, hasta la bandera en sus graderíos, arrancó la batalla con Ponchet tirando de su potente servicio para resolver sus primeros saques. Bassols tuvo que superar una primera bola de ‘break’ en el segundo juego y otra en el cuarto, tirando sobre todo de la seguridad de su revés a dos manos. La gala le generaba problemas con golpes muy planos y profundos, con subidas a la red en cuanto veía ventaja, pese a sufrir algún ‘passing-shot’.
La igualdad no se rompió tampoco en los siguientes juegos, en un partido parejo con puntos muy bonitos para disfrute del respetable. Los problemas con el saque volvieron para la tenista española en el octavo, aunque una derecha larga y un ‘ace’ de segundo servicio acabaron con las dos nuevas pelotas de ruptura para Ponchet. La francesa puso el 5-4 con su suficiencia y acierto habitual con los primeros y tuvo bola de set al resto, que tampoco aprovechó. Bassols resistía como una leona, cargando el juego sobre el revés de su rival, pero no pudo llevar el encuentro hasta el ‘tie-break’. Dos golpes ganadores de Ponchet le dieron el triunfo en la primera manga por 7-5 tras una hora de juego.
Moralmente fue un golpe para la gerundense, que se vio 1-0 y 0-40 abajo de inicio en el segundo set. Una vez más tiró de orgullo y salvó las tres pelotas de ruptura, pero luego una doble falta y un tiro contra la red le hicieron ceder su saque. Ponchet consolidó el ‘break’ y parecía empezar a acariciar el título, entre los réditos de su saque y su agresivo juego abriendo ángulos.
No fue así. La jugadora catalana estrenó su casillero en el cuarto juego y pese a que su rival no le estaba dejando mucho resquicio, forzó un ‘deuce’ levantando un 40-0 en el juego siguiente. Fue, de improviso, su momento y, a la tercera, logró la ruptura de la manera más inesperada, con una doble falta de la segunda preclasificada del torneo. El 3-3 se convirtió en una realidad luego.
Ponchet vivió un momento crítico en el séptimo juego. El porcentaje de su saque había bajado y Bassols creía en sus posibilidades, llevándole al error y a la desesperación. Tras una dura lucha, con varias opciones de ruptura, llegó el cuarto juego consecutivo de la de Blanes. Y el quinto, porque Marina jugaba de manera muy agresiva, sin que la francesa le mantuviera ya el tono en los intercambios. La aspirante nacional al título forzaría la tercera manga tras vencer por 6-4 el segundo set en 54 minutos.
Las tornas habían cambiado y pese a que Jessika Ponchet ganó su primer juego con solvencia, Bassols mandaba ya en el envite. En el tercer juego del tercer set, tras minutos de pelea, logró un ‘break’ que llevó a la desesperación a su rival, hasta el punto de tirar la raqueta. Los errores no forzados le lastraban y la ruptura se consolidó, aunque sólo fuera momentáneamente. Luego, en el sexto, la catalana entregó el servicio con una doble falta, aunque para su fortuna firmó enseguida el ‘contra-break’.
La tenista nacional puso con solvencia su quinto juego en el casillero, cargando de presión a Ponchet con su saque. Con ese tenis agresivo y de alto nivel con el que regresó de las tinieblas arrancó el noveno juego con 0-30 y pese a una derecha ganadora de la gala, llegó la doble bola de partido y de torneo. Ponchet se aferró a sus opciones y salvó esas dos y otro tercer ‘match-ball’, pero a la cuarta claudicó en 2 horas y 42 minutos de partido. Por segundo año consecutivo, tras la victoria de Rebeka Masarova en 2021, el Open Generali de categoría femenina hablaba español.