Centenares de personas y numerosos deportistas se han congregado hoy en el funeral de Nacho Barberá, el joven de 15 años de la escuela de la UD Alzira que falleció este sábado por una parada cardiorrespiratoria mientras jugaba con su equipo. El fallecimiento del capitán del cadete B de Alzira se produjo en Ontinyent cuando participaba en un encuentro contra un equipo de esta ciudad.
El templo de Santa Catalina, el más grande de Alzira, se quedó pequeño para asistir a un emotivo funeral que finalizó con una cerrada ovación por parte de los presentes. Entre los asistentes estuvieron autoridades locales, ex jugadores del Valencia CF como Miguel Tendillo y Fernando Giner, directivos de la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana, así como muchos integrantes de la escuela del club, con el presidente Juan Antonio Sanjuán y su directiva al frente.
Entre el medio centenar de coronas remitidas destacaban las del Atlético de Madrid, equipo del que Nacho era seguidor, por lo que sus compañeros le llamaban "Cholo Barberá".
También las había del Levante UD, Valencia CF, Villarreal CF, FC Barcelona y Real Madrid, además de las enviadas por numerosas escuelas de fútbol base de distintos municipios valencianos. Una de ellas hacía referencia al "eterno capitán" con que le recordaran sus compañeros de equipo.
Sanjuán agradeció, ante los medios de comunicación las "muestras de apoyo" recibidas que, según dijo, "sirven para unirnos y danos más fuerza en un momentos tan trágicos como éste". El presidente del club apostó porque la Federación dé cobertura a unas revisiones médicas "más exhaustivas de los futbolistas que permitan detectar enfermedades congénitas", aunque reconoció que es difícil lograrlo al recordar que a Nacho se le practicó en su día un electrocardiograma que no detectó ninguna enfermedad cardíaca.
La autopsia ha confirmado que el fallecimiento del cadete de la UD Alzira se produjo como consecuencia de una parada cardiorespiratoria que le produjo la muerte de forma instantánea. A pesar de que se utilizó en el mismo terreno de juego el desfibrililador, los facultativos del SAMU que llegaron a los diez minutos de haberse desplomado el jugador no pudieron salvarle la vida.