El ex del Athletic, mantuvo el sábado una fuerte discusión con el dueño del club suizo, con amenazas de muerte incluidas. Dice la prensa que el mandatario se pasó el dedo por el cuello como si tuviera un cuchillo para atemorizar al sevillano y que se ha podido llegar incluso a las manos.
Total que ahora Caparrós, harto, se encuentra a un paso de dimitir tras poco más de un mes. No sólo él, varios jugadores, al menos seis, según los medios suizos, han acudido al médico para pedir la baja por estrés por el nerviosismo que acumulan por las intimidaciones constantes del checheno y sus guardaespaldas que bajan al vetsuario con pistolas. "Un día nos va a matar a todos", ha asegurado un miembro de la primera plantilla que guarda el anonimato y habla directamente de "terror".
Todo estallaba el pasado sábado, cuando el Neuchatel Xamax de Caparrós sólo pudo empatar contra el colista en casa, en La Maladière, un estadio cuyo alquiler, ya por apuntar, no abona el riquísimo Chagaev a la ciudad de Neuchatel: "Hemos enviado los recibos, pero nadie nos ha pagado", apuntó un concejal del Ayuntamiento.