Internacional en categorías inferiores, tras su paso por el Baskonia llegó a estar en la quiniela como posible suplente de Gorka Iraizoz. Nacido el 3 de mayo de 1991, su futuro brilla, y de momento es tercero en el trofeo Zamora del Grupo II. El cancerbero guipuzcoano, de 1,82 de estatura, ha concedido una entrevista a que el departamento de comunicación del club amablemente ha facilitado a ElDesmarque, y que aquí reflejamos para nuestros lectores.
Sus inicios fueron "en el alevín del Athletic, hasta llegar al juvenil, Baskonia y Bilbao Athletic, donde un par de lesiones tuvieron que ver con salir cedido", explica.
Lo curioso de su caso es que "mi padre no quería que fuera portero, porque él vivió algo que no le gustó, solo juega uno". Una posición en la que "psicológicamente tienes que estar más que bien, juegas aislado y has de estar bien". Por eso "no hago demasiado caso a los consejos, el que estás ahí a fin de cuentas eres tú solo", reconoce.
El guipuzcoano repasa su intervención en la Eurocopa sub'19 donde fue "una pena no ganar la final con gente como Thiago Alcántara, Isco, Canales, jugadores de primera talla de la liga".
Hasta allí espera llegar Aitor algún día, empezando a ganárselo por su camino actual en Lasesarre. "Estoy muy gratamente sorprendido. En Lezama estás muy cómodo y no sabes lo que vas a encontrar, pero no tiene mucho que envidiar esto a Lezama", afirma.
A estas alturas de la campaña la cosa rueda tan bien para él, que incluso ha detenido un penalti, aunque dice que fue mezcla de "suerte e intuición". El se define como un portero "más de saber mandar que de paradas", y ve bien al equipo fabril: "Veo mucha calidad, y no vamos a pasar apuros, cuando entren los goles no nos va a parar nadie".
¿El futuro? "El año que viene acabo con el Athletic y ya veremos lo que pasa", avanza como despedida en el video.