Livingstone se mostraba muy ilusionado a su salida del aeropuerto de Bilbao, tiene muchas ganas de quitarse la espinita del año pasado, cuando tuvo que abandonar en el ecuador del Dakar, por llegar 10 minutos tarde al cierre de control.
Con muchas ganas de enfrentarse a su décimo reto en solitario, el piloto ha declarado que “no vuelvo para repetir el Dakar, porque repetir, sería hacer lo mismo que el año pasado, y yo lo que quiero es terminar el Dakar”, así de convincente llegaba el piloto vasco a Lima.
Aunque no todo es optimismo, ya que Livingstone al recepcionar y revisar el estado del "Txantxangorri” (Buggy Polaris Ranger RZR 900 XP) ha comprobado que le han sustraído la caja de herramientas, un contratiempo que le obligará, no sólo a un nuevo desembolso sino a adquirir otra rápidamente y de características diferentes a la que tenía concienciadamente preparada para el Dakar.
Livingstone, a pesar del infortunio, sigue mostrándose entusiasmado y con la misma alegría y energía que le caracteriza siempre en sus aventuras motorizadas por el globo.