La intención de los rectores del club verdinegro es que esta delicada decisión les permita salvar tanto la escuela como sus equipos de categorías inferiores, aunque el Sestao se expone a una severa sanción monetaria por dejar de jugar con la liga en marcha y, además, puede ver condicionado su regreso a categorías nacionales.
El equipo sestaoarra escribió su último capítulo el pasado sábado con una derrota (4-6) ante al Tolosala en Las Llanas en el último partido de la primera vuelta. Era undécimo entre los 16 equipos participantes y El próximo fin de semana debía recibir en su pista al Tecuni Bilbo, otro histórico que, como el Sestao, colocó a Bizkaia años atrás en la elite del fútbol sala.
El club verdinegro se fundó en 1979 al calor de un Polideportivo de Las Llanas que entonces era el epicentro de este deporte en el territorio histórico impulsado por el ya fallecido Patxo Etxegibel. Con una plantilla formada exclusivamente por jugadores de Sestao, el club jugó en la máxima categoría a finales de los 80 y primeros de los 90 del pasado siglo. Fue incluso uno de los fundadores de la actual Liga Nacional de Fútbol Sala, ya amparada por la RFEF y unificada en 1989.