El presidente del Sestao FS, Iñaki Gracia, reconoce a El Desmarque que la decisión de abandonar la liga a mitad de temporada ha sido "dura", pero según el máximo responsable era el único camino para que agujero económico se hiciera inasumible. El club comunicó el pasado miércoles su decisión a la Federación Vasca antes de dar la carta de libertad a todos sus jugadores. Por ahora, la única consecuencia de esta retirada es la pérdida de todos los partidos de la segunda vuelta por 2-0 y el descenso automático de categoría.
Antes del verano, la situación del club invitaba a un moderado optimismo. Al final de la pasada campaña el equipo sestaoarra rechazó incluso la plaza en Segunda B que le fue ofrecida y sus previsiones económicas auguraban una situación bastante más desahogada. No obstante, los retrasos en el pago de una parte de los ingresos presupuestados, recalca Gracia, hacían inviable hacer frente a los gastos de arbitraje y desplazamientos de la segunda parte del campeonato.
"Afortunadamente, en previsión de que pudiera darse una situación como esta, hace años tomamos la decisión de separar económicamente al primer equipo de la base y por eso no se ve afectada por esta decisión. Nuestra idea es la de fomentar la cantera en Sestao y volver a tener un equipo formado íntegramente por sestaoarras", subraya el dirigente, quien no espera una sanción económica por esa prematura retirada de la liga puesto que ese sí sería ya el tiro de gracia para el club.
Por ahora, la entidad verdinegra mantendrá en competición a sus cinco equipos de categorías inferiores -Preferente, Segunda Regional, Juvenil, Cadete y Benjamín-, así como la escuela de fútbol sala, que el pasado año llegó a reunir a unos 70 chavales. "Confíamos en ingresar ese dinero que nos deben, acabar la temporada a cero y sin deudas con nuestros proveedores y en el aspecto deportivo salir el año que viene en la categoría que se pueda", añade el presidente.