López de Lacalle nació en Erandio hace 28 años pero vive en Astrabudua. Trabaja como jardinero, aunque a juzgar por su palmarés en el circuito amateur de kick-boxing y Clase A, no reparte flores precisamente. Haritz debutó en 2007 en el kick-boxing. Desde entonces cuenta 23 peleas amateurs, 19 de ellas ganadas, 4 perdidas; 7 peleas en neoprofesionales con 6 ganadas y un nulo. Campeón de Euskadi 2010 y 2011; Campeón de España 2011 y subcampeón de España Clase A 2012.
López de Lacalle probó con el fútbol, pero no se le daba demsaiado bien y se acercó al ring. “No me propongo ninguna meta concreta, el tiempo lo dirá. Me encantaría pelear en el extranjero y por qué no, en el K-1 Max, it`s show time, etc.” cuenta Haritz. Del K-1 le atrae “el uso de las piernas y las rodillas, me gusta mucho la distancia corta y el clinch. En eso radica la principal diferencia con el boxeo. Lo mismo se puede decir de la preparación de cara a un combate” añade.
Sus ídolos en los deportes de contacto son “Ramon Dekker, uno de los mitos del Thai, por su agresividad y su decisión de tirar hacia delante venga lo que venga. En K-1 admiro a Masato, un crack, duro, rápido, potente, muy inteligente y capaz de unas combinaciones muy buenas”.
Respecto a su próximo rival, al que se enfrentará en un combate de tres asaltos de tres minutos, dice que “como luchador es un tío muy completo, con experiencia y del que nunca te puedes fiar…en el ring, claro está. Como persona es muy buena gente, me llevo estupendamente con él”.
El K-1 será ingrediente más a los ocho combates de boxeo que ofrecerá la velada que comenzará a las 21.00 horas, dos de profesionales, dos neoprofesionales y cuatro olímpicos.