El equipo fabril llega a esta después de perder en Zarautz por un ajustado 27-26 en un flojo partido de los de Jaíto Rodríguez, sobre todo en ataque. Sin embargo, una buena defensa le permitió reengancharse en el encuentro y conseguir forzar la prorroga después de ir perdiendo 17-10.
A pesar del resultado, el cuerpo técnico barakaldés considera que el equipo "remontando el vuelo y mostrando claros sintomas de mejoría con respecto a la primera vuelta liguera" que confía en plasmar frente a un Pozoblanco que llegará noveno, con cinco puntos más que el Barakaldo, por lo que el choque será vital.
La tarea, advierte Jaíto, no será fácil ya que los cordobeses cuentan con un gran portero, el argentino Federico Sincich, que es uno de los grandes 'culpables' de que el Pozoblanco esté por ahora más desahogado que los vizcaínos, que son penúltimos con solo tres puntos. "Además creemos que tampoco es bueno plantear este partido como una final, ya que aun quedan muchos partidos por delante y no es bueno crear una ansiedad innecesaria por la victoria en los jugadores", recalca el técnico.