de Josu Hernáez de falta directa sellaba el empate a uno en el minuto 94.
Los locales saltaban al césped con la firme intención de llevar la iniciativa. Y así lo hicieron desde el pitido inicial. Tras dos claras ocasiones, con gol anulado incluido al equipo fronterizo, los de Idiakez se ponían por delante a través de Angulo, que convertía un penalti cometido por la zaga verdinegra sobre Lambarri. Con este marcador se llegaba al descanso en el feudo irundarra.
Todo estaba de cara para los locales en la reanudación. Pero el equipo de Ribera, consciente de su necesidad por los apuros clasificatorios, sacaba fuerzas de flaqueza para hacerse con el dominio del juego y encerrar a un intimidado Real Unión en su mitad del campo. Los guipuzcoanos, en esta tesitura, renunciaban a la pelota, con la única misión con conservar su ventaja hasta el final. Pero, en la última jugada del partido, pagarían su conservadurismo con la brillante ejecución de un libre directo a cargo de Hernáez.