La directiva del club fabril, consciente de que el 'factor Lasesarre' puede ser vital ante un duro rival que se juega la permanencia, quiere convertir su estadio en un fortín y han puesto medidas para conseguirlo. "No hay excusa para que Barakaldo no arrope al equipo de su pueblo", proclama la junta, que ha rebajado notablemente los precios y ha establecido una entrada única de 5 euros para todas las tribunas con entrada libre para los niños.
La entidad vizcaína y los jugadores de Iñaki Zurimendi lo han puesto todo de su parte para volver a ilusionar a los barakaldeses. Después de varios años de travesía del desierto, el Barakaldo puede volver a pelear por subir a Segunda División. Lo tiene en su mano y en la de su afición.