El propio técnico guipuzcoano ya presentaba la dimisión en el momento más duro en cuanto a resultados de la campaña, pero esta fue desestimada y se le apoyó confiando en que lograra mantener al equipo. Algo que conseguía, pero que pese a lo reñido de las posturas entre los rectores de la entidad, 4-4, no le va a permitir seguir en el banquillo. Según parece las miras, una vez más, están puestas en la factoría rojiblanca, de donde ya se trajo en su día a Félix Sarriugarte, un hombre muy del agrado de Josemari Amorrortu, con quien hay un gran feeling.
En este caso la idea de los sestaoarras podría ser contar con algún técnico con hambre del estilo de Gontzal Suances, Vicen Gómez; o incluso un ojeador de la cuadra rojiblanca con buen pasado en el juvenil, como Bingen Arostegi.
Y una vez atado el relevo por parte de Alfonso del Barrio, director deportivo, en la caseta empezar a dar forma a la nueva plantilla, en la que la mayoría de hombres acaban contrato y otros, como el brillante Ibon Larrazabal, optan por colgar las botas.