Garrido: “No me pongo metas en el Cádiz, lo que venga”

Jon Ander Garrido, firmado por el presidente del Granada, Kike Pina, a golpe de talonario al Barakaldo, y cedido al Cádiz desde el pasado mercado invernal, se está saliendo en el equipo amarillo. En varias ocasiones destacado como su hombre más determinante, corroborando su manantial físico: “Bueno, el míster me está dando confianza y contento con ello”, despeja discreto.

Al volante defensivo getxotarra, ahora residente en la atractiva Puerto de Santa María, en plena Tacita de Plata, le resta una temporada más de contrato y aspiraciones de dar el pelotazo y ascender de categoría en un club al que se le queda pequeña la Segunda B: “Lo que venga, no me voy a poner metas. Me queda un año con el Granada. Está jodida la cosa, hay mucho nivel ahí...”, explica con modestia. El Cádiz de Garrido, que comparte vestuario con los vascos Aulestia y Arregui, relevó al entrenador, Claudio Barragán por Antonio Calderón, lo que explica la exigencia de una entidad legendaria. Ahora mismo es segundo del Grupo IV, con 28 puntos, por detrás de UCAM Murcia, colocado el Jaén tercero. A favor de obra se vive mejor ante la fiel hinchada amarilla, que reclama la mayor exigencia a sus futbolistas. En ese aspecto la gallardía y equilibrio de Garrido es valorada desde la hinchada del Ramón de Carranza: “Sí, hemos conseguido un par de victorias buenas (la última ante el Cartagena) y queremos seguir en esta línea. El objetivo el alcanzar al UCAM”. De momento disfruta de su estancia en Cádiz, “no se vive nada mal”, desliza orgulloso, con su futuro por definir.