El Bilbo Fútbol Sala femenino perdió por 4-5 en el polideportivo San Ignacio ante el Ourense en un partido trepidante, de constantes alternativas, y en el que pudo ganar cualquiera. Las bilbaínas, que llevaron una ventaja de 2-0 en el primera parte y de 4-3 a poco del final, se llevaron una gran desilusión a la conclusión del emocionante choque al verse de nuevo por detrás en el marcador.
Las de José Andrés Muñoz siguen por tanto atascadas en el puesto de colistas de la Primera División femenina. Tal y como pidió en el previo su entrenador, el Bilbo salió intenso y se adelantó en el marcador con los goles de Andrea e Isa. Para el minuto 8, las rojillas tenían ya dos tantos de ventaja y soñaban con su segunda victoria de la temporada. Al buen encuentro y rendimiento influía la importante colaboración de algunas jugadoras que suelen faltar por distintos motivos en las salidas. Un gol visitante al borde del descanso hizo daño a las locales. El Ourense reaccionó después en la segunda parte con dos goles más, el tercero de su cuenta de penalti, y se colocó con ventaja mínima a falta de diez minutos. El Bilbo no se vino abajo y volvió a tomar la iniciativa con los tantos de Vicky e Isa. La victoria estaba cada vez más cerca. Sin embargo, el Ourense arriesgó con la táctica de portera-jugadora y, con dos goles en los últimos cinco minutos, uno de ellos de Isa en propia puerta, volteó de nuevo el marcador para desesperación de un Bilbo al que la suerte le dio la espalda. Las de José Andrés Muñoz continúan en la última plaza con una sola victoria, cuatro empates y diez derrotas, las seis últimas de forma consecutiva. “Es una pena esta derrota ya que el equipo sí dio la cara y tuvo una actitud diferente, pero nos tenemos que hacer responsables de problemas que no resolvemos. No podemos dejar pasar un 2-0 con un rival que no estaba en su partido. Nos metieron un gol de chiste en el 2-1. Y no es lo mismo irte al descanso con 2-0 que con 2-1. Los diez minutos primeros de la segunda parte salimos con la tontera y ellas lo hicieron más intensas. El 2-2 llegó en otro balón regalado. Esto en Primera División no se puede hacer. Son errores infantiles que mandan todo el trabajo a la porra. Ellas se plantaron con 2-3 y el equipo se rehízo de nuevo, pusimos el partido en nuestro lugar y tuvimos la desgracia de meternos un gol en propia puerta. No tenemos la suerte del último. Ellas arriesgaron y sí tuvieron suerte. El equipo contrario falla, pero mucho menos que nosotras” sostuvo José Andrés Muñoz, técnico del Bilbo.