En Madrid ya quieren volver a ver al vizcaíno Jon Fernández sobre un ring. Adjetivos como “madurez”, “precisión”, “clase”, se repetían entre los entendidos que abundaban en las sillas del repleto Palacio Vistalegre.
Habían acudido a ver la disputa del título WBC Mediterráneo del superligero entre el madrileño Nicolás González y el serbio Petar Zivkovic, o a disfrutar de la previsible batalla del aspirante al título de Europa del superpluma, Ruddy Encarnación, y el durísismo Santi Bustos o al deleitarse con el combate entre el aspirante al título de la Unión Europea, Angel Moreno, y un Javier Venteo que pedía revancha.
Entre el resto de combates profesionales, Luis Espinosa contra Abel García y Nabil Krissi ante Michael Oyono, se colaba el Rubén García (1-0-2) frente a Jon. Algunos entendidos esperaban buen boxeo en este cruce, la mayoría contaba con una victoria más del púgil local, que venía de ganar su primer combate a 6 rounds. Y Jon aún no había disputado ninguno a esa distancia.
El de Etxebarri, con tres victorias en otros tantos combates profesionales a 4 asaltos, subió al ring serio y concentrado, jaleado por el puñado de incondicionales que le había acompañado y que, sin duda, crecerá. Una de las partes más duras del trabajo, dar 59,9 kilos en la báscula con cerca de 180 centímetros de estatura, estaba hecho.
Sonó la campana y ambos boxeadores pujaron por el centro del cuadrilátero. La mayor envergadura y los buenos desplazamientos de Fernández le llevaron al eje mientras que García quedó en el perímetro. Mediado el primer episodio, tras los contactos de tanteo, un recto de derecha descendente alcanzó al madrileño por encima de la ceja izquierda. Recibió una cuenta muy dolido y evidenciando mareo. La bravura le llevó a ponerse en pie y montar la guardia.
Ese fue uno de los momentos que asombró a la cátedra de Vistalegre. Un chico de 20 años que debuta en Madrid y se encuentra con un minuto para acabar su combate por KO en el primer asalto frente a otro invicto tiene todos los condicionantes para echarse encima de su rival y precipitarse. Fernández caminó sobre la lona con calma, tomó su distancia, tiró manos rectas observando al dañado García y esperó con frialdad a colocar el upper definitivo. García ya fue incapaz de volver a incorporarse con la guardia montada. El juez cruzó los brazos sobre la cabeza. Y Fernández celebró su cuarta victoria en lo que era el cuarto combate de su carrera profesional. El segundo por KO. El primero en un pleito a 6 asaltos.
En el resto de la gran velada, Nicolás González se hizo con el WBC Mediterráneo por KO ebn el tercer episodio, Espinosa y Abel García dejaron en nulo un buen combate, Krissi se impuso por KOT en el quinto a un Oyono que le obligó a emplearse a fondo, Angel Moreno venció a los puntos a Venteo en un pleito con alternativas y Encarnación también se llevó a los puntos la que sería la pelea de la noche ante un Santi Bustos enorme.