En recuerdo de Jonah Tali Lomu, una persona normal que jugaba bastante bien al rugby.
“Somos gente normal que juega bastante bien al rugby”. Esto es lo que declaró el seleccionador de los All Blacks Steve Hansen tras la victoria de su equipo en la final de la Copa del Mundo de Rugby Inglaterra 2015. Pues bien, Jonah Tali Lomu (12/05/1975-18/11/2015) era de ese tipo de gente normal que jugaba bastante bien a rugby.
Esta semana las redes sociales se han inundado de artículos, elegías, homenajes, tweets, video-homenajes, mensajes en Facebook, y no sólo en medios dedicados a la información propiamente dicha de rugby sino incluso en medios generalistas se han dedicado unas líneas, breves reseñas o artículos a glosar la memoria y a repasar los datos y logros deportivos que convirtieron a Jonah Tali Lomu en leyenda e icono del rugby mundial: 196 centímetros, 120 kilos, 10,6 segundos en los 100 metros; record de ensayos en partidos de la Copa del Mundo de Rugby, 15 en 11 partidos; 63 partidos, 37 ensayos y 215 puntos con los All Blacks.
Jonah Lomu poseía la altura de un segunda línea, el peso de un pilier, la potencia de un tercera línea y la rapidez de un ala. En sus inicios jugaba de flanker abierto (número 7) hasta que decidieron desplazarle al costado para aprovechar su peso, potencia y velocidad, lo que le servía para romper los placajes de los adversarios, en su mayoría jugadores mucho más livianos, con menor estatura y menos potentes.
Su primera aparición de relevancia internacional fue durante el torneo “Hong-Kong Sevens” de 1994. En ese mismo año debutó con los All Blacks en un test match contra Francia con 19 años y 45 días, siendo el jugador más joven en enfundarse la elástica negra, record que aún mantiene. En ese partido los All blacks perdieron 22-8 y Lomu se enfrentó a un jugador experto como Emile Ntamack. No deslumbró pero sí dejó alguna pincelada del grandísimo jugador que poco más tarde llegó a ser.
Seleccionado por los All Blacks para disputar la Copa del Mundo de Rugby de 1995 celebrada en Sudáfrica, la Copa de Nelson Mandela e “Invictus” (floja película, en la que las escenas de rugby carecen de garra, y con un grave error de casting con el “blando” Matt Damon dando vida al legendario y duro capitán de los Springboks Francois Piennar) con tan sólo dos partidos internacionales jugados, fue la sensación deportiva de la competición logrando 7 ensayos.
Su exhibición en la semifinal contra Inglaterra (45-29) en la que consiguió nada menos que 4 ensayos, lo encumbraron a un estrellato que trascendió incluso el universo “rugby”.
Todos se quedaron boquiabiertos al ver a un gigante vestido de negro esquivar contrarios por agilidad, romper placajes por fuerza, evadirse por velocidad y literalmente pisotear contrarios, y si no que se lo pregunten al bueno de Mike Catt, zaguero del XV de la Rosa.
Sin embargo, en la final contra los Springboks Jonah Lomu no pudo brillar. Los Boks se aplicaron en defensa, con muchas ayudas, y lograron contrarestar el juego de los All Blacks cortando el suministro de balones al gigante Lomu.
Habían aprendido de la lección que había recibido Inglaterra. Los All Blacks perdieron la final como todo el mundo sabe gracias a Clint Eastwood (15-12), y Sudáfrica alzó la Copa webb Ellis en una final que pasó a la historia por motivos más bien extradeportivos.
Desde esa Copa del Mundo nada volvió a ser igual en el universo rugby. Jonah Lomu se convirtió en una superestrella, en un icono y logró poner en el mapa a este deporte incrementando exponencialmente su interés mundial. Así el exAll Black Tana Umaga, recordando a su compañero y amigo, ha dicho de él “sin ayuda de nadie puso al rugby en el mapa. Usted va a cualquier parte y, a pesar de todos los All Blacks son enormes, el único jugador del que hablan es Jonah Lomu”, y la leyenda australiana del rugby, George Gregan le ha definido como un "gigante gentil" y "una superestrella internacional que puso el rugby en el mapa".
Su enfermedad renal diagnosticada en el año 1996 frenó su progresión, si bien continuó jugando a primer nivel y ello pese a que la medicación mermaba sus condiciones físicas, y en la Copa del Mundo de 1999, la última que disputó, logró 8 ensayos, pero ello no fue suficiente para que los All Blacks lograran ganar el torneo ya que fueron eliminados en semifinales por Francia en un épico y precioso partido (43-31), de manera que Jonah Lomu no pudo conseguir en su carrera deportiva alzar una Copa del Mundo, alzar la Copa Webb Ellis.
Se retiró en el año 2002, y desde entonces pasó un auténtico calvario con su enfermedad, trasplante, rechazo, sesiones maratonianas de diálisis, etc.., es decir, las penurias propias de un enfermo renal, algo que siempre asumió con una entereza digna de elogio, hasta que inesperadamente la enfermedad pudo con él, con el gigante de negro, con una persona que desbordaba humanidad y sencillez pese a ser una leyenda y un icono mundial, en definitiva con una persona normal que jugaba bastante bien a rugby.
Por Gontzal Sever