Hay cosas que deseamos con toda el alma. En nuestras manos están. Y, sin embargo, se quedan varadas cual barco encallado al que nadie se atreve a acercarse por ese atávico temor que en Portugalete sigue inspirando la famosa "barra de arena", causante de mil y un desgracias en la ría jarrillera. Ya no hay barra.
Las Arenas se la llevó enterita a su terreno para poder ayudar a la hora del poeta: "Grano a grano se forman grandes playas / luego llega el viento y las revuelve / borrando las pisadas y los nombres: sin hijo/ ni árbol/ ni libro"... 'La Cofradía de Mareantes y Navegantes ' es institución que existe y va cumpliendo años, existe, pero no ejerce, como si fuera un rey emérito pero en femenino. Todavía no se ha dicho, pero estamos escribiendo sobre el Club Portugalete. Sobre el libro de su CENTENARIO, esa joya que se anhela y nunca llega... Hijos ha parido a mansalva este Club: ser el segundo más antiguo de Bizkaia 'ez da gauerdiko ahuntzaren eztula gero!... Árboles, nunca faltaron. Hubo un libro fruto del entusiasmo de César Saavedra, abogado e historiador, que le alcanzó hasta 1995, año en el que la obra fue parida. Con una comida anual de antiguos futbolistas del Club coincidió, a la hora de las copas y los cubalibres fue pregonada la obra, puro marketing que se saldó con una llovida de ventas que empapo el corazón de los presentes, yo entre ellos, y el alma del escritor.
César Saavedra fallecio, como todos fenecemos, Urbano Anda. Tomás Casas Manterola, Jero Arana (el guardián de las alineaciones), Petatxe, Mario Romero, Pegaso, y, permítanme que haga distingos, mi respetado y venerado vate Mario Angel Marrodan. Ninguno de ellos llegara a ver la magna obra que está pidiendo paso cual parturienta que de albergar tanta vida no se aguanta. Nueve meses: ¿chico o chica?...no: libro...
Tras la llegada al poder (2006-2007), de democrática manera, la plancha liderada por Amable Martín, santo y seña del Club de La Florida (a la sazón tío de Iván, el que fuera periodista de 'la Popu'), se propuso el regreso a la Segunda B recién perdida, y a preparar de manera brillante los fastos del Centenario del Club aurinegro, de "oro y hulla" nominado por el poeta. La prioridad, dos: volcarse en el ascenso...y preparar un Centenerio a caballo entre las temporadas 2008-2009, 2009-2010, ya que este Club, que cuenta con una masa social envidiable, nació federativamente en 1909...
Amable, presidente, se volcó, y de qué manera, en el Centenario del Club de toda su vida: juvenil, mayores, y ahora presidente "Solo pienso en ti, Portu", susurró en la toma del cetro de mando que le entregó 'Tatxeta' (José Miguel Arrillaga Urrutikoetxea oficialmente llamado) recién descendido el equipo luego de haber disfrutado jugando allá donde lo hacen los poderosos.
De aquellos festejos de todo un año nos queda la figura de Txutxi Aranguren, presidiendo de manera honorífica todos y cada uno de los actos. Lo que el bueno de 'Txutxin ' no pudo ver, ni los que ya no están entre nosotros podrán verlo (¡Feliz Parnaso, jarrilleros!), mejor si utilizamos el verbo leer, fue el libro que, aprovechando los cien años del Club Portugalete, el presidente Amable Martín encargo como magna y preciosa tarea a Ramón Quiroga Aoiz y Mariser Lasheras Postigo, dos historiadores titulados al frente de una Odisea con fecha, cierta, atracar en pleno puerto de La Canilla en el momento más fulgurante.
Mar. Sirenas. Cera en los oídos. De Troya regresan los guerreros luego de 20 años de ausencia, Ulises es el heroe. Itaca es su obsesión. En el puerto le espera Penélope, destejiendo de noche lo que de día teje para quitarse de encima a todos los moscones: "Antes de que muera el 2009 te espero, mi amor".
Ramón y Mariser, a fin de hacer acopio de toda suerte de documentos, y así ponerse en faena, removieron la Roma de los archivos y el Santiago de las hemerotecas, y todo aquello que reposara su hartazgo en armarios y cajones, o su esplendor porque no hace falta pregonero para el, su propio nombre lo ensalza: "EXCELSIOR (1924-1931), primer diario especializado en deporte publicado en el estado español. Concebido por Javier Gortazar, lo integró en el grupo editorial de Euskadi y La Tarde para su mayor difusión. Debido a disensiones internas, EXCELSIOR desaparece...y reaparece con el nombre EXCELSIUS (1931-1937) bajo la órbita del PNV" Algo tiene el agua cuando la bendicen. Y algo, también, cuando Amable Martín, en un amago de alejo, "¡EXCELSIOR!" dice: del agua de esa fuente bebieron hasta secarla Ramón y Mariser. Y me dejo, sentado, en la terraza de la cafetería Los Llanos, entre frontones, pistas de papel, área de juegos para los niños...y dos campos de futbol renovados. Fuera de escena el que fuera mi presidente, ese señorío antes de su llegada al poder, y ahora, que ha vuelto, sabiendo estar al modo en el que lo hace su anejo feligrés que en iglesia se arrodilla cual parte de un rito en el que no hace oposición, sino piña dulce cuando deja de hacer madeja, solo, en fin, enfrentándome a mis miedos (a fracasar), y a mis medios de los que me debo servir para hacer un artículo decente en torno, sobre, acerca, relacionado de manera imperiosa con el libro que Amable Martín Vidal les encargara a Mariser Lasheras Postigo y Ramon Quiroga Aoiz, historiadores diplomados y entusiastas, sin nadie que no fuera yo, al tajo, periodista, al tajo: al río, no, al trabajo, cabezón...
Cotejado lo escuchado con lo que el archivero municipal (Roberto Gallejones) habría de reiterarme, estoy en condiciones de asegurarles que la historia, por muchos del todo olvidada, con el casi para otros, del libro sobre el centenario del Club Portugalete que Amable Martín encargara a una pareja de historiadores tiene más, si no todo, de las tristes consecuencias que la desidia, la dejadez, el olvido, pecados humanamente fieros todos ellos, o, dicho de otra manera, del ahogo que el hecho de vivir sufriendo y gozando en tantos frentes abiertos provoca en un dirigente vehemente y bueno.
Si luego de ocho años desde que el Club Portugalete cumpliera cien años alguien pensara que Amable Martín respondería a mis preguntas con balones fuera como buen central que fuera, se equivoca de raíz... "El libro, una vez que sus escritores lo pusieran en mis manos en fecha correcta, lo leí con el mismo mimo que unos padres son 'escaneados' antes de darles un hijo en calidad de adoptado y para siempre. Como máximo responsable de que el libro fuera el fruto de la semilla que yo sembré en el intelecto, corazón y alma de los 'escribidores', lo leí como se leen las cartas que, separados por la distancia, los enamorados se escriben entre sí.
Ni una foto fuera de contexto o ausente. Ni la no alusión a aquel portero que tuvo que ser retirado del campo en parihuelas. Ni la falta de un futbolista en aquel partido que suponía un ascenso. Ni que hecho fatal se produjo en la villa mientras el Portu se dejaba el alma en La Florida"... Las cartas sobre la mesa y de cara. Lo que Amable no calibró es hasta cuanto llegarían los deberes que debería alumbrar por el hecho de haber creido dar con la razón del que busca la perfección en beneficio de sus propios 'hijos'...
Murió 2009. No sin antes charlas, coloquios y exposiciones. Se ahogó el año en su propia gloria. No sin aquella gesta histórica, e insuperable, que supuso abarrotar Lasesarre en pugna copera frente al Valencia de Unai Emery.
Apoteósico. A la misma hora jugaba el Athletic Club su partido copero ante el Recreativo...pero las portadas del día después fueron para un Portu que se pinto la cara con sus colores de guerra. Termino el año del Centenario, pero, en verano, Sporting de Gijon, Athletic Club y Club Portugalete se las ingeniaron para crear, con un triangular, la cuadratura de un círculo que se fue para 'El Mareo'. Murió 2009. Si. Murió.
Y al de poco de 2011 Txutxi Aranguren nos hizo la putada de quitarse del medio de estúpida manera. Murió el año del Centenario, si. Y emborrachado entre acudir a festejos y sepelios, a Amable Martín Vidal se le olvidaron (que no quitar) las ganas de hincarle el diente a la jugosa manzana que a probar ya se le había dado. Como a tumbos. Como a rachas. Como a oleadas de palabras e imágenes que se le venían encima.
Fue lo suyo un leer y olvidar lo leído. Un mojarse el culo para pescar media docena de chicharrillos con aparejo. Tenía sobre la mesa un trabajo ingente. Y el mundo se le caía encima. Pero había que seguir. No cejar en su pelea contra el imperio de las letras. Dura labor. El no lo había escrito...pero era el corregidor.
Hoy, 29 de marzo de 2017, ocho años y tres meses desde que entrara en vigor el año del CENTENARIO, nos hemos citado en la terraza de la cafetería de Los Llanos. A las 12:00. Mediodia. Cuando no es ni antes ni después. Trataba el periodista de hacer valer sus derechos de socio, lector y escribiente.
Y al testar al que fuera el presidente de mi Centenario, el hombre que puso toda su confianza en dos historiadores para que escribieran el libro más hermoso del mundo, con todo lo recaudado desde su boca a mi oído, doy fe de que esta magna obra, si se consigue lo que se proclama, si se alcanza lo que se promete, verá la luz luego de pasar por la rotativa que con solvencia se postule...
Antes, y contando con el seguro de vida de la primavera, el verano y el otoño, Amable, en solitario o en compañía, se verá obligado a colocar puntos, comas, interrogaciones, signos de admiración, tildes y comillas en su sitio. Que la errata y el gazapo no lo sean. Que no haya dislates que desfiguren el tiempo. Que aquel portero lesionado reciba el homenaje de la cita. Que las fotos que no habían llegado entonces puedan ver ahora la luz.
Quizás esas dos en las que yo, como futbolista del Club Portugakete, aparezco fulgurante, o quizás en un temblor. Que el triangular se jugo y todo el mundo lo sepa. Que él Euskera, gure hizkuntzak, bete dezala dagokion lekua, danontzat, poza, eta ahal bada, ikaragarrizko bizi poza; ezkerrean, gaztelania; eskumaldean, laguntza moduan, baino ez inoiz morroia... Se nos acaba la función, tanto como se ha dicho convierten al Portu en nación. La patria de todos. Un escudo, una bandera, una emocion. Mas como en sala de justicia nos hallamos, escuchemos a Amable pidiendo perdon. Su pecado, el amor y la desidia, el fútbol a manos llenas, desde lo alto, reconociendo su dejadez. Muchos frentes abiertos para un solo ser humano. La labor era muy ardua y el tiempo le dio alcance, lo hizo preso, y desde su limbo contemplaba como el que nada puede hacer... Hoy era el día. Por mi parte, ni un minuto más. Manos a la masa de la mesa. Y mientras pule la joya que devuelta se le dio, que en su labor no se olvide de Mariser y de Ramon. Agraviados. Rebeldes con causa. No hay cosa que más le duela al escritor, por demasiada experiencia se lo trasmito a ustedes, es dejarse la vida escribiendo y por encargo y que el trabajo, el duro trabajo no vea la luz.
Ramón Quiroga Aoiz se marchó a México, a hacer las Américas, aquí la vida es dura y ni un euro, oiga, que quieren que les diga. Mariser, busca que te busca, luego del fiasco de su libro, quizás en el pajar de sus abuelos se pincho haciéndose la dormida, como sin ganas de nada, enferma ya de escribir. Pero Ramón, Mariser. Escuchad lo que os digo que no hay conferencia que te pese a la hora de llamar. Palabras de Amable, que yo hago mías... El libro del Centenario verá la luz. Será este año. Ocho después de lo debido y convenido. Ah, y el presi que entonces fuera, el único que del caso del libro no publicado tiene autoridad a la hora de pronunciarse o callar, me ha dicho que os diga que... los beneficios que de la venta del libro devendrán, "estoy seguro", promesa suya, "serán para Ramón Quiroga Aoiz y Mariser Lasheras Postigo". Por su trabajo bestial, por su entrega, por su encanto. Lo que han hecho no tiene precio. Pero si un infinito valor. Su debida recompensa llegará en ese momento en el que unos ojos lo lean...y se pongan a llorar.
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi'. Futbolista, periodista, montañero, pero sobre todo escritor: cuentos, relatos, cronicas, artículos radiofónicos, literatura de viajes.
Mi más cordial y merecida enhorabuena a los autores de este trabajo, tan importante para la historia del fútbol vizcaino. Nunca podré explicarme por qué quedó olvidado durante tantos años.