Gaizka Campos, portero del Barakaldo, de 19 años, una de las revelaciones de la temporada en el panorama vizcaíno, le ha ganado el pulso a Txusta y Machini. Tras apostar por integrarse en una plantilla fabril con tres porteros y aguantar el tipo durante meses esforzándose en los entrenamientos, ha llegado su momento. “El míster (Movilla) me dijo en la pretemporada que contaba conmigo, que iba a haber tres porteros. Confiaba en mí y he trabajado duro, sabiendo que si un día llegaba la oportunidad la debía aprovechar”, comenta.
Campos, ex del Retuerto, que ha probado en Lezama junto al actual arquero del Bilbao Athletic Unai Etxebarria, encadena siete partidos seguidos en Segunda B bajo los palos del Barakaldo. “Estoy muy contento, aunque con la espinita clavada de la derrota del domingo”, lanza el espigado arquero, que mide 1'90. Un 1-2 ante la Real Sociedad B les ha retrasado en siete puntos respecto al playoff de ascenso, el objetivo de saque en Barakaldo.
No les queda otra que vencer al Real Unión en el Stadium Gal. “Está más complicado que hace dos semanas, pero mientras haya posibilidades lucharemos por el objetivo. Si ganamos en Irún, ante un rival directo, volveremos a estar en la pelea”, narra convencido Campos. Un Txopo, como el apodan desde hace años por su función bajo palos, que no quiere pensar “mucho en el futuro,” sino “jugar y vivir el presente”. Iñaki Lafuente le pule en Lasesarre, en pleno proceso de formación. “Es un lujo que nos entrene, hay muchos puntos por mejorar”, se sincera este amante de Buffón.