Este viernes, 15 de diciembre, el frontón Bizkaia acogía el cierre del año boxístico profesional en Bilbao. La tercera edición del Winter on Fire, que organiza MGZ Promotions, ofertaba hasta siete combates profesionales. Destacaba el que tenía título en juego, el del invicto getxotarra Ibon Larrinaga -9º en listas europeas-, que defendió sin suerte su título Mediterráneo WBC del peso supergallo lo que acabó con su inmaculada racha de (9-0-0) ante el valenciano Aritz 'El Chulito' Pardal (10-2-1, 8 KO).
El estilista de Romo, que llegaba de vencer en combate de rodaje al nicaragüense 'Flaco' Cajina, había avisado aquí en ElDesmarque que habría que matarlo para quitarle el cinturón "en mi casa". Pero ese era justo el plan del ché, que con una gran combinación lo tiró a la tarima en el primer asalto y en el segundo otra vez más lo derribaba con lo que el árbitro, en una decisión muy criticada desde el rincón vasco, dio por finalizada la pelea por KOt en apenas cuatro minutos. Fue un golpe tremendo, nunca mejor dicho, totalmente inesperado, que heló el graderío con lo que el cinturón voló en una cita aciaga para el noble arte en Bizkaia. "No ha sido mi noche", admitía sobre el mismo ring Larri nada más acabar el combate. Previamente se vieron otros cinco choques profesionales con presencia local, entre los que se pueden destacar dos: el regreso de la única profesional vizcaína del momento, Violeta González, ante la invicta madrileña Paloma Ramos en 6 asaltos. La castellana fue lanzada a la tarima ya en el primer asalto con un crochet brutal, asumiendo un castigo importante volvía a caer en el quinto, round en el que Manu Marichalar decidió poner fin a la paliza con un KOt. Le hizo un favor aunque Ramos protestó la decisión. En el derby entre el castreño, vizcaíno de nacimiento, Jon Míguez que se enfrentaba al alavés Fernando Gandarias en un potente duelo de pegadores en el peso welter y a 4 asaltos, las cosas empezaron mal. El Toro le clavó un gancho en frío lo que obligó a Jon a tirar de boxeo. Su izquierda empezó a martillear y los dos se fueron a la guerra besando ambos la lona en un round magnífico. En el siguiente, jaleado por sus hinchas, Miguez le noqueaba con un gancho de izquierda relampagueante. Fue lo mejor del Winter on Fire. Precisamente en este último peso, el welter, milita el ídolo local, Kerman Lejarraga, que acudió al evento a dar apoyo a sus compañeros de filas, entre los que se encuentra su mejor amigo, Haritz López de Lacalle, quien defendía su invicto (3-0, 1 KO) en duelo de ligeros a 4 rounds frente al valenciano –compañero de equipo de Aritz Pardal- Dani ‘Pura Sangre’ Gómez (4-4, 2 KO). No hubo suerte y Haritz, arrollado, abandonaba en el tercero con lanzamiento de toalla desde la esquina por parte del mismísimo Revólver de Morga. Aparte del empate de Andoni Gago, del que hablamos en otra noticia, el cartel lo completaban dos más que interesantes duelos, ambos a 4 asaltos y dentro de la categoría del superpluma; el dominicano residente en Bilbao Saul Luna (2-0, 1 KO) -que tiene un gran número de seguidores dentro del público latino del botxo- recibía al joven madrileño Brian Peláez (3-2, 1 KO) en un combate con dos púgiles de gran envergadura. No escatimaron palos, a partír del tercero King aceleraba en pos de las cartulinas, pero no lo suficiente como para esquivar su primera derrota profesional. Con menos público del esperado y del que merecía el undercard, el duelo de fajadores lo pusieron Diego Valtierra -uno de los púgiles más carismáticos del circuito local- y el madrileño Adrián Rodríguez, ambos llegaron con idéntico récord de dos victorias en dos combates. Ganando a los puntos por decisión dividida el visitante, lo que, como pasara con Luna, inauguró el casillero de derrotas en el historial del algorteño. No fue una buena noche para los nuestros.