José Picón, experimentado central del Barakaldo, cuenta en su hoja de ruta con una dilatada experiencia desde que brotara de la cantera del Racing. Casi debutaba en Primera con Miguel Ángel Portugal en el banquillo del viejo de San Mamés - "y ganamos además"-, recuerda. Ante el Real Unión (1-1, gol de Buenacasa) regresaba al eje tras fracturarse la nariz en Logroño con una máscara hecha a su medida, transparente.
Después desfiló por Pontevedra, Atlético Baleares, Salamanca, Ao Glyfada de Grecia, Cartagena, Conquense y Leioa, durante dos campañas: "La mayoría queremos salir fuera a jugar, vivir en Atenas fue una experiencia increíble, aunque pasas la otra cara del fútbol sin cobrar", apostilla Picón, que ha portado una máscara ante el Real Unión tras romperse la nariz en Las Gaunas, en el envite ante el UD Logroñés "ya está mejor, está soldando el tabique...", explica con naturalidad un Picón acostumbrado al contacto y curtido en mil batallas. Ya en los entrenos de la pasada semana se puso una provisional de Txusta. "Bastante bien, pero tuve que despejar varias de cabeza y se movía algo", comenta Picón a esta web.
En el Barakaldo está encantado, cerca de su Santander natal, a la que viaja diariamente con Viorel y Álex Pérez para acudir a los entrenamientros del equipo de Larrazabal. Un Barakaldo al que le resta un partido aplazado por la nieve ante Osasuna B. "Estamos a siete puntos del playoff, son dos partidos", apunta Picón, que formó tándem con Xabi Etxebarria en el Stadium Gal, con empate a uno final. En otra acción accidental, Fran Hidalgo, Son, sufrió una herida profunda una oreja y se le tuvo que aplicar unos puntos de sutura. "Cosas que pasan... ya se curará", lanza con humor el talentoso extremo sevillano.