Carlos Pouso, hasta ahora director deportivo de la UD Logroñés, que había rechazado "varias ofertas" en el último mes, no ha podido declinar la del Racing por un tema "personal, familiar y de salud no me podía alejar mucho de casa", reconoció en su emotiva despedida en Logroño. Allí le une una estrecha vinculación con su presidente, Félix Revuelta. Firma en Santander hasta final de temporada. "El Racing me parece un caramelo, me veo capacidado para intentar ascender. Si no juego el playoff, estoy muerto", reconoce. Se lleva a Raúl García, su segundo.
"Me ha sedicido la oferta", reconociendo que tuvo otra de última hora (la del Burgos). "Igual ahora tengo muhas ofertas, o mejor dicho intereses, lo que nunca, e igual en junio no tendría ninguna. El fútbol es así, es como si no hubiera más entrenadores que Carlos", subraya. Atlético Baleares, Extremadura, Racing de Ferrol y Burgos le habían tentando.
Pouso asegura que se han contado muchas falsedades, como la que estuvo reunido la semana pasada en Santander. "Solo he estado últimamente para recoger a mi hija en el aeropuerto y tengo el ticket del parking por el fumeral de mi suegra", desveló. Nada más. Emocionado por momentos, comentó que se va de La Rioja "alegre por un lado y triste por otro" y ratificando que había "cumplido un ciclo" en la UDL y se tenía que "buscar la vida". Resume Pouso que "en Santander hay ilusión, presión y medios", zanjó.
Pouso insitió que la llamada del Racing fue de última hora: "Tenía claro que era mi última campaña, mi intención era acabar la temporada y lo del Racing es de ayer (por el lunes); lo que me han contado que cuelgan un tuit... He sido honrado y honesto y lo que pueda pensar la gente...", sentenciaba un Pouso a calzón quitado, buceando sobre una operación relámpago desatada tras la destitución de Ángel Viadero.