95 minutos para ganar; diez segundos para empatar
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Uno quería "escribir la crónica del partido más hermoso del mundo". Hermoso el partido, que no la crónica, contra-crónica más contra que todo género o estilo periodístico creado y por inventar. Hay que sentir al 'Portu', y haber estado en La Florida en la tarde 'de los hechos', para poder entender, o al menos perdonar, a un cronista que se estremece ante tanto 'choque de trenes' por discurrir el Castellón y el Portu por el 'mismo carril' de un partido brutal.
Trenes que dejaban a cada 'estación' pasajeros con la frente abierta sangrando por la herida; dando tumbos camino de la reserva, mareados a causa de tanta colisión: pasajeros al tren, y no podían, sentados en el andén, a la vista de una afición y de la otra, levantinos y vascos, las lesiones no hacen distingos. Como la boca del metro de San Mames tras un partido del Athletic: atiborrado rectángulo de juego, qué verde y hermoso es el césped que cuida Vaquero.
Juego sin fluidez. Todo era disputa. El juego aéreo se impuso a la disputa terrenal. Estar en condiciones de afirmar que Llanes y UP Plasencia le regalaron al fútbol una propuesta de juego más bella, virtuosa, dígase noble, como la Villa que acogió a una afición castellonense que convivió en deportiva armonía, así como la propia expedición de este histórico club de fútbol que "tan bien nos habéis tratado", como habría de destacar al Desmarque Bizkaia el propio entrenador del equipo albinegro, ¡orellut!...
La memoria de Uriarte y Anton Arieta se estremecen, Sergi Escobar sabe bien que tras la 'guerra del fútbol' llega la 'calma' de unas declaraciones, el análisis, el suyo, su forma de ver y entender un partido de fútbol, que dio tanto de sí para resultar siendo de nadie, no se dice la verdad, el empate a uno final y ni siquiera se saca de centro porque el tiempo se agotó tras anotar Cristian Herrera desde el círculo de cal, nunca un penalti certero fue tan celebrado, del mismo modo que sorprende de manera dolorosa que lo que al equipo de casa le costó en conseguir 95 minutos, el que a domicilio jugaba, en tan sólo una falta innecesaria, un balón colgado al área, un forcejeo de ambigua valoración, penalti y tarjeta amarilla, transformación, la risa va por barrios, La Floridako Jaiak, el que ríe último...
El cronista esperaba un Castellón virtuoso, a la altura de su nombre, de su historia, allá por el '73', gloriosa. Visto lo visto, uno llega a creer que de fútbol entiende más bien poco. O será que el fútbol que pregona el bueno de Sergi Escobar no se parece en nada al trigo que a uno le habría gustado que en La Florida hubiera dejado. Que cada entrenador escriba su propia crónica. Pregúntenle a Primitivo Soto 'Primi', que estuvo presente y al Portu en su día entrenara, cuando 'Tatxeta', presidente, el mismo mandatario que tuvo el buen gusto de sentar en el banquillo de La Florida al 'jarrero' Luis De la Fuente. Pregúntenle, también, a Joseba Agirre, entrenador de leonas que, vistiendo la camiseta del Ortuella, correteó por esta hierba de La Florida que tanto echa de menos la mirada poética de Mario Angel Marrodan, presidente del Portu en su día, como Pedro López. Palco de lujo en La Florida. "Quién estuvo bien, quién estuvo mal, Anis de la Asturiana, su presencia...
La del Portu en Castellón: próximo domingo, 24, a partir de las 20:45, estadio de Castalia, 15.000 almas que, si confiamos en la palabra de Ukerdi Corres, se quedarán heladas, porque... "El vestuario esta convencido de que subimos. Hemos demostrado que somos mejores, y en Castalia también lo seremos".