Óscar Gil está, como en los dos últimos veranos, en el mercado. Esta vez como libre del Athletic Club, tras acabar contrato y no recibir, por edad, la oferta de renovación: “Desde la semana que viene centraré todas las fuerzas en ver qué quiero para la campaña que viene”, lanza el central.
Gil quiere decidir con calma. Ofertas no le van a faltar. La temporada en el filial del Athletic, con playoff de ascenso incluído, ha sido bueno: "No sé dónde estaré el año que viene, pero me han llamado algunos equipos. Sé algunas ofertas, pero no tengo nada concreto todavía”, desliza. Jugar en Segunda División colmaría sus intenciones: "Todo el mundo quiere jugar lo más arriba posible. Si puede ser en Segunda, me encantaría”, señalaba en Radio Popular.
Su compañero de línea, Unai Bilbao, se ha enrolado en el fútbol mexicano. Gil no descarta una aventura foránea: “Cuando a Unai le salió esta oferta le comenté que era una oportunidad muy buen. Esto es fútbol y nunca sabes dónde vas a estar, pero estoy seguro de que a Unai le va a ir bien. Siempre hay que mirar condiciones, pero yo lo veo normal, me fui de casa hace diez años”, rememora de su Peralta natural a Lezama, más la cesión en el Real Oviedo.
Reconoce el talentoso zaguero que su desvinculación con el Athletic “se hace difícil, son casi once años de estar día a día en Lezama y todos mis amigos están allí. Pero hay que pasar página y mirar hacia delante. Amorrortu nos comunicó la decisión del club, pero por edad y todo ya lo veíamos venir. Cada uno ya sabe en qué situación se encuentra”, resume Óscar Gil.